Opinión

PUNTOS… Y PICAS

PUNTOS…  Y PICAS

Carlos Manuel Estrella

Diálogo y relaciones con Haití

 

Las relaciones bilaterales Haití-República Dominicana son tema de permanente actualidad, manejo estratégico y altísima sensibilidad en opinión pública, clase política y población en general por historia, singular vecindad y unión insular umbilical, entre otras razones.

Es un tema complejo que implica diálogo permanente sobre migración, circulación de bienes y personas que en sociedades organizadas se regulariza con tratado comercial, hay continuidad de estado y pueden cambiar gobiernos y se cumple lo pactado.
En una relación económica desigual, con preponderancia de productos dominicanos, y de cara a otras realidades contrastantes por el atraso global de Haití como nación más pobre del hemisferio cuyos habitantes están forzados a migrar al territorio vecino para huir del hambre, siempre habrá desavenencias.

Los funcionarios haitianos han demostrado mejor comportamiento como estado que los dominicanos, que no han sabido responder en el plano de las relaciones internacionales con acciones de reciprocidad ante las decisiones restrictivas y soberanas de los vecinos sobre penetración de bienes locales.

Para decirlo más directo, Haití decidió hace meses prohibir la entrada de pollos y huevos dominicanos y más reciente la escandalosa veda para 23 productos nativos que representará una sangría millonaria en dólares para las exportaciones al vecino insular y, sin embargo, no hay respuesta condigna.

República Dominicana se ha limitado a lamentar y no actuar, a dialogar sin responder con acciones similares que pudieran tocar el delicado tema del control a la penetración ilegal de haitianos que, pese a plan de regulación y demás anuncios, la frontera sigue abierta como gran negocio para las mafias.

Si bien ha mejorado la actitud dominicana en la gestión del canciller Andrés Navarro, máxime en foros internacionales, en relación cotidiana con Haití se requieren respuestas fácticas a desplantes y decisiones contra la armonía bilateral por un gobierno malagradecido a punto de concluir su período.

El Nacional

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