Articulistas Opinión

Purgar a la Policía

Purgar a la Policía

José Antonio Torres

El problema tradicional de la Policía dominicana ha sido la corrupción y la represión, fenómenos que aunque ocurren en casi todos los países del mundo, especialmente en los de la región de América Latina y el Caribe, no debe servir de consuelo para que dejemos las cosas tal y como están. Las condiciones están dadas para purgar ahora a esa institución que tanto ruido provoca a la gestión de Luis Abinader.

El arraigo de esa cultura es lo que hace prácticamente imposible producir un marco conceptual que permita explicar los principales factores, conceptos o variables que afectan la corrupción policial, así como las presuntas relaciones entre ellos.

Los aspirantes a policía traen consigo valores que han aprendido en el hogar y en la sociedad, y puede que en muchos casos estos valores puede que no sean consistentes con los valores que se esperan de su nuevo rol dentro de la institución.

La forma de minimizar el riesgo de incorporar nuevos miembros con valores contrarios a los de la institución sería manteniendo un estricto control en el ingreso de nuevos individuos, con pruebas de confianza y evaluaciones profundas.

No hay dudas de que a pesar de la ensordecedora propaganda sobre eficientes programas de seguridad y de que arrancó la reforma policial, la realidad es que la población no percibe ni lo uno ni lo otro.

Con los hechos de las últimas semanas, la policía dominicana ha perdido credibilidad no sólo por las acciones corruptas y represivas de algunos de sus miembros que siguen con las antiguas marañas de la dictadura de Trujillo.
?Que puede hacer el ciudadano cuando es víctima de estas prácticas cuando sus derechos no son respetados, cuando trata de denunciar y le ponen obstáculos a que no haga y tratan de hacerle callar a toda costa.

Una policía en sintonía con la ciudadanía debe ser tarea inmediata de la sociedad dominicana, que debe presionar y contribuir a la formación de una nueva cultura en la Policía Nacional, generando procesos de reflexión y cambio institucional, para garantizar el derecho a la seguridad de los ciudadanos.