Las casas victorianas que conforman el centro histórico de Santiago son, como el Monumento, un emblema de la ciudad. Pero ese patrimonio que forma parte de la identidad de los santiagueros pasa por un acelerado proceso de abandono y destrucción, que preocupa a muchos sectores. Santiago no es lo que era sin esas construcciones que constituían incluso un atractivo para el turismo. Hasta el legendario hotel Mercedes, que data de 1928, está en proceso de convertirse en una ruina a causa del deterioro y el abandono de sus instalaciones. Los historiadores José Rafael Domínguez y Robert Espinal han sonado la voz de alerta sobre la destrucción y el abandono de construcciones relacionadas con la historia de Santiago. Los investigadores han censurado que se otorguen permisos para demoler viviendas de estilo victoriano, cuando lo que en verdad procede es la restauración para devolverles su originalidad y encanto. La preocupación se corresponde con una comunidad que se identifica con sus símbolos y su historia. Cabe esperar que la Oficina de Patrimonio Cultural y otras entidades oficiales entiendan el valor que tienen para Santiago esas viviendas y construcciones que guardan su memoria.
Motín en Cotuí
Durante el motín que dejó 11 reclusos heridos en la cárcel de Cotuí se encontró un revólver, armas blancas y varias porciones de cocaína y marihuana. Las autoridades se abstuvieron de informar sobre el motivo de la confrontación, pero el drama carcelario salta a la vista. Los presos se amotinan por las condiciones y la complicidad que suele disfrazarse de permivisidad en los recintos. En República Dominicana se tiene una luctuosa experiencia sobre los conflictos en las cárceles, por lo que lo de Cotuí no puede verse como un hecho aislado. El motín, por más baladíes que puedan ser las causas, es un signo sobre las condiciones de un sistema carcelario en que los procesos judiciales marchan con mucha lentitud. Aparte, por supuesto, del hacinamiento y las pésimas condiciones de los recintos. Aunque las autoridades se obstinen en presentarlos como los más modernos centros de rehabilitación de la región. Cada motín en una cárcel es un llamado de atención.