El director del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), doctor Marcos Espinal, ha recomendado a las autoridades disponer de sistemas eficientes de recogida de basura y eliminar vertederos diseminados por todo el país, para evitar la propagación de enfermedades.

Vergüenza debería causar que sea un eminente médico dominicano, que ocupa una posición relevante en el principal órgano mundialista relacionado con la salud, quien le llame la atención a la población y municipalidad sobre el peligro sanitario que significa la acumulación de desechos sólidos en las ciudades.

El doctor Espinal dijo que recoger la basura de manera sistemática constituye un componente fundamental para evitar la propagación de enfermedades, incluidos los virus zika, dengue y chicunguya.

Duele decirlo, pero se cuentan con los dedos de una mano los ayuntamientos o distritos municipales que cumplen cabalmente con recoger desperdicios sólidos y depositarlos diariamente en un lugar adecuado, por lo que puede decirse que la mayoría de los centros urbanos están literalmente sepultados en basura.

Por desgracia, la mayoría de la ciudadanía no contribuye con el mantenimiento de una deseable higiene colectiva, al arrojar desperdicios en la vía publica o acumular basura en patios y traspatios, que se convierten en criadero del mosquito que transmite enfermedades que se convierten en epidémicas.

El funcionario de la OMS pronunció una conferencia sobre la incidencia del zika, dengue y chikunguya, ante cientos de médicos de hospitales públicos y clínicas privadas, pero fueron pocos los alcaldes que asistieron a tan importante actividad, lo que demuestra inaceptable irresponsabilidad, desidia o indiferencia.

Se resalta que un médico dominicano, ejecutivo del sistema OMS/OPS participe en jornadas de entrenamiento y orientación a médicos, paramédicos y funcionarios sobre incidencia y tratamiento de enfermedades virales, pero causa pena y vergüenza que en pleno siglo 21 se mencione la recogida de basura como un grave problema de salud en República Dominicana.

Esta vez, autoridades han ganado el reproche público, por sus deficientes sistemas de recogida de desperdicios, y la población porque no atiende el repetido llamado para que elimine criaderos de mosquitos y ayude a mantener y preservar la higiene colectiva.