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Richard Ortiz: “La empresa más importante es la familia”

Richard Ortiz: “La empresa más importante es la familia”

Richard Ortiz junto a sus hijos, desde la izquierda, Cristopher, Vangelly Massiel y Richard Javier Ortiz Jiménez.

Santo Domingo.- Quienes conocen al empresario Richard Ortiz reconocen en él a un filántropo de bajo perfil que prefiere la soledad del silencio en las grandes ayudas a la vocinglería mediática en lo poco, con fines promocionales.

Dar sin esperar es una de sus filosofías. Lo aprendió a temprana edad, cuando se levantaba a prima hora de la mañana para atender, junto a su padre don Andrés Ortiz, el colmado familiar en Villa Consuelo, tarea diaria de un oficio heredado de su progenitor, de quien también aprendió que el trabajo es el motor para salir de la pobreza.

“Mi papá ha sido siempre un hombre trabajador, nos ha enseñado con el ejemplo, siempre nos dio mucho cariño, amor. Son de los valores que nosotros hemos seguido poniendo en práctica con nuestros hijos”, destaca, al resaltar los valores de quien le dio las herramientas para salir adelante junto a sus hermanos, dos hembras y un varón.

Resalta el noble corazón de su padre, al recordar a un amigo de don Andrés, propietario de un almacén que tuvo que liquidar a sus empleados por problemas económicos y para evitar el cierre del negocio su padre le “prestó” a Richard por un tiempo.

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“Mi papá le dijo que no cerrara, que le prestaría  un hijo para que lo ayudara y  no perdiera su negocio, ese era yo. El acuerdo era por una semana, yo vendía números de lotería y poco a poco también me quedé atendiendo el almacén, pero al ver mi comportamiento, mi forma de trabajar, cuando se venció el tiempo él y su esposa se negaron a que me fuera”, resalta Ortiz.

Recuerda que, en 1997, cuando decidió independizarse para trillar su camino en los negocios su padre le dijo: “Lo más importante es la palabra empeñada, si la pierdes lo pierdes todo. Cuando honras tus compromisos siempre tendrás las puertas abiertas”.

Hoy, Richard Ortiz mira hacia atrás y concluye en que los valores y principios son innegociables para alcanzar las metas propuestas.

Ese mencionado año, en una esquina del popular sector capitalino, Ortiz inició el negocio que incubó la génesis de lo que con el tiempo se constituiría como el Consorcio de Banca Ortiz (CBO).

“Vi un letrero de ‘se alquila’ en una esquina de Villa Consuelo y hablé con mi concuñado Ramón Álvarez, quien me apoyó en ese momento. Como mi hermano y yo veníamos de vender números en el colmado de mi papá, ya teníamos experiencia suficiente”, recuerda.

El florecimiento del negocio los llevó a contar con unas 250 agencias de lotería, diseminadas en el Distrito Nacional, Baní y Villa Altagracia, hasta que, en el 2013, adquieren Loteka, empresa de la que actualmente es presidente del Consejo.

Richard Ortiz y Daisy Jiménez.

Transmite valores

El presidente de la Fundación Richard Ortiz ve en sus hijos Cristopher, Vangelly Massiel y Richard Javier Ortiz Jiménez, procreados con Daisy Jiménez, en un matrimonio que recién arribó a los 25 años, la continuidad de esos valores que le inculcaron sus padres.

“Cada día busco la manera de compartir con ellos, que el tiempo sea de calidad y así como mi padre nos aconsejaba y dirigía, también lo hacemos con ellos,”, explica.

Compaginar las responsabilidades de padre y empresario no ha sido difícil para él, asegura ya que “he venido realizando el trabajo con mi esposa, lo que hemos construido lo hemos hecho juntos desde nuestros inicios. Tengo un gran amor por mi familia, por mis hijos. Es el motor que nos impulsa a involucrarnos en todo lo que hacemos”.

EL DATO

Mueve economía

Richard Ortiz no oculta su satisfacción cuando habla del aporte de sus empresas a la economía del país, ya que entre Loteka y Zataca, empresa de recarga telefónica, cuentan con  1,400 empleados.