Una de las cosas que suelen celebrarse entre amigos y familiares es la reconciliación y oportunidades de las parejas que por uno u otro motivo han estado separadas. Eso, siempre que la misma no haya estado marcada por violencia o cualquier situación lamentable que se considere irreparable.
Mucha gente considera que las segundas oportunidades siempre son buenas, por aquello de que “mejor un malo conocido que un bueno por conocer”, pero lo real es que hay cosas a tomar en cuenta si se decide retomar una relación que ya se consideraba perdida.
“Creo que las segundas oportunidades son posibles, siempre y cuando estemos hablando de mantener una dinámica relacional funcional y saludable, donde sus miembros asuman el compromiso real de trabajar los temas que afectan o han afectado la relación”, opina sobre el tema la psicoterapeuta, Margaret Almánzar.
La también psicóloga clínica con master en terapia sexual y de pareja, explica que hay que tomar en cuenta que muchas veces, aunque se tome la decisión de continuar con la relación, se necesitará de tiempo para retomar la dinámica relacional o trabajar para lograrlo, o sea que los cambios no se logran sin trabajarlos, ni ocurren de manera instantánea.
“Cada pareja es individual y también las segundas oportunidades implican un proceso. La duración de este puede estar determinada por la situación que afecto la relación y por cómo la han asumido sus miembros”.
Recalca que en estos casos es importante saber reconocer y aceptar las fallas para poder sostener un vínculo saludable con la pareja, así como también tener la disposición de saber escuchar de forma respetuosa a la otra persona, y estar abiertos a revisar y tratar los temas tanto de forma individual como en pareja.
La terapeuta que consulta en el Centro Vida y Familia, dice que cada vez son más frecuentes las parejas que buscan ayuda terapéutica con la finalidad de utilizar esta herramienta para trabajar en su relación o en otros casos afrontar la decisión de la separación de una forma saludable.
Un gran compromiso
Almánzar resalta que mantener una relación de pareja estable y saludable implica un gran compromiso de ambas partes, pues si bien es cierto, el amor y la atracción juegan un papel importante en la misma, también hay que tomar en cuenta que por sí solos no sostendrán la dinámica relacional a lo largo del tiempo.
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“Las relaciones implican un trabajo constante de las partes que la conforman, una comunicación abierta y empática permita a sus miembros externar las situaciones de malestar o desacuerdos de forma asertiva, respetuosa y orientada siempre hacia la búsqueda de soluciones”.
Concluye que debemos ser conscientes de que no existen dinámicas de relaciones perfectas. Es imposible que en algún momento no puedan presentarse situaciones de conflicto, pues, aunque la persona que elegimos pueda tener ciertas similitudes, comparta valores y sistema de creencias similar al nuestro, la realidad es que nunca será igual a nosotros.
Siempre tendrá su propia forma de percibir y asumir lo que ocurra en la relación.
