Héctor Pérez Tovar
Ptovar2002@yahoo.es

Sí, es cierto tengo miedo de que por la irresponsabilidad e ignorancia de gente como las que son capaces de seguir un mesías de pacotilla nos contagiemos masivamente aunque tomemos todas las medidas de prevención posibles, pero más miedo aúnporque autoridades civiles y militares apoyan estas movilizaciones masivas absurdas.

Tengo miedo a cuanto sufrirán las familias de los miles de chiriperos y trabajadores informales sin recursos ni ayuda.

Miedo al colapso de nuestro ya deficiente sector salud ante el avance del virus.

Miedo a la ineptitud que han demostrado las autoridades frente a la crisis, miedo al tollo que están haciendo (tercer presidente peor valorado frente a la crisis), miedo al vergonzoso manejo corrupto de las compras del estado, miedo a la corrupción que no se detiene ni ante la desgracia y la muerte que ensombrece al país.

Miedo porque ante la corrupción y sobrevaloración de los concursos nadie ha sido sometido a la justicia porque aquí to´e´to´yna´e´na´.

Miedo al poscoronavirus con un PIB con crecimiento 0, miedo a la recesión que vaticinan los economistas, a la pérdida de divisas por la caída del 70% del turismo y el 25% de las remesas.

Miedo a lo qué pasara a la agricultura y el empleo que genera el alicaído turismo, miedo del colapso del sector agropecuario, a la crisis alimentaria que nos pueda hundir más en la miseria, miedo a la pérdida de más de 600 mil empleos y sus consecuencias.

Miedo porque se suspendieron las elecciones de febrero y aun en abril lo único que sabemos es lo que dijo la OEA en su poco creíble informe mientras la Junta sigue como si aquí nada pasó.

Miedo al desastroso estado en que recibirá las finanzas públicas el nuevo gobierno y los grandes sacrificios que tendremos que hacer para recuperarnos, y como tendremos que guayar la yuca mientras los inescrupulosos responsables de este desastre se irán tranquilamente a gozar sus millones manchados de dolor y sufrimiento, millones saqueados a las arcas del Estado, arrancados a las costillas de este pobre pueblo, millonarios a costa del hambre y la pobreza de todos nosotros Duele pensar que ellos se reirán mientras nosotros lloramos Así no fue que hablamos, por eso tengo miedo.