Los resultados dirán si las nuevas restricciones dispuestas por el Gobierno fueron las adecuadas para contener el rebrote de los contagios, pero es obvio que algo tenía que hacerse para enfrentar la propagación del virus.

Además de las peligrosas variantes de la covid que según las autoridades circulan en el país y del incremento de la ocupación de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales, la crisis sanitaria de Haití es otro motivo de inquietud alrededor de la propagación del virus.

En la vecina nación se han detectado cepas tan agresivas como la británica B.1.1.7 y la brasileña P.1, tal y como ocurre aquí, según las informaciones de Salud Pública. Ante el gran riesgo que representa Haití, las autoridades tienen también que fortalecer el protocolo sanitario en la frontera para evitar que los nacionales que entran y salen del país se conviertan en una fuente de contagio.

E insistir en la vacunación, sin renunciar a las impopulares restricciones en caso de ser necesario para enfrentar con éxito la lucha contra la pandemia. El rebrote que se ha verificado estos días puede significar, de no atajarse a tiempo, un devastador retroceso en el proceso de recuperación de la economía, y particularmente para la industria turística.

El Gobierno limitó la venta de bebidas alcohólicas y endureció el toque de queda como parte de las nuevas medidas para frenar el alarmante rebrote, al tiempo de insistir en la vacunación. Cabe esperar que la decisión surta efectos positivos, pero el tiempo dirá.