Opinión

Sobre honestidad

Sobre honestidad

Pedro Yermenos Forastieri, en un artículo reciente, más o menos esbozó la diferencia existente entre la honradez y la honestidad. Con el perdón de los lectores, y sin refutar lo externado por el articulista, quisiéramos-a nuestro modo-exponer algo más sobre el asunto.
En verdad, el estudio de la conducta humana es intrincado y engorroso. Pero entendemos, según lo que hemos observado, que en República Dominicana hay mucha gente honrada; gente tranquila que no estafa; incapaz de cometer delito alguno.
Sin embargo apreciamos que, por la aprensión de un futuro incierto y difuso, son capaces de coincidir con los protagonistas de acciones malsanas y deleznables que perjudican a los demás. Aun siendo honradas como expusimos anteriormente, hay dominicanos que por capitalizar beneficios y prebendas, suelen hasta esconder sus verdaderos sentimientos; pero tampoco muestran un asomo de solidaridad con los que caen en desgracia.
También sufren de alexitimia; es decir, son incapaces de estimular a otra persona cuando exhiben aptitudes y actitudes esplendentes. Empero, con deshonestidad, suelen agenciarse reconocimientos. Uno de los principales puntales de la honestidad, es reconocer las virtudes de los demás. Hasta las de un adversario. En esto juegan un papel principal las posturas pundonorosas de quien debemos valorar.

La gente deshonesta aunque sea honrada, también por fanatismo político incurre en la ligereza de defender y justificar los actos delictivos de los líderes placebos de esta etapa, que siempre exhiben pintas de mesías o caudillos. En suma, entre los dominicanos todavía hay muchas personas honradas; en cambio, escasean las auténticamente honestas y verticales en sus principios; las de conducta inmarcesible. Y, tal parece, que es mucho pedir.

El Nacional

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