Opinión

Sobre la educación sexual

Sobre la educación sexual

Los argentinos tienen una ley para obligar a las escuelas a impartir educación sexual, pero aun en agosto recién pasado debatían sobre su impacto negativo porque, entre otras cosas, hay sectores convencidos de que incentiva la promiscuidad e incita a las relaciones sexuales entre adolescentes, inquietud apoyada en el aumento progresivo de la cantidad de menores de quince años que están teniendo relaciones sexuales. Igualmente se han disparado las tasas de embarazos en adolescentes.

La historia casi es la misma en el resto de sudamérica y en el Caribe. Entre los años sesenta y setenta del pasado siglo XX se orientaba en la reproducción de la especie humana a través de las clases de anatomía del cuerpo humano. Recuerdo que en la primaria nos trataban de educar u orientarnos sobre las relaciones sexuales. En los noventa ya se había formalizado tal enseñanza.

Enfermedades de transmisión sexual, y mucho antes de la aparición del Sida, movió a la sociedad a la necesidad de ofrecer más información a los adolescentes y jóvenes, aprovechando las aulas de las escuelas públicas y privadas. Recuerdo historias en el barrio en que me desarrollé de padres que llevaban a sus hijos a “estrenarse” en las relaciones sexuales con prostitutas, conducta paternal que escondían ideas marchistas y los temores a la homosexualidad.

Luego, entre los ochenta y los noventa el tema fue el Sida, razón suficiente para que se insistiera en la orientación masiva sobre las relaciones sexuales, con mayor énfasis en las relaciones segura, atacando la promiscuidad y resaltando al uso del preservativo.

¿Es positivo o negativo asumir la educación sexual en las escuelas públicas y privadas? ¿Hemos desarrollado, preparado o entrenado a un equipo de formadores? ¿Dónde o a quién le toca formar a los posibles formadores, si es que nunca fueron formados o entrenados estos formadores para asistir en las aulas a niños, niñas y adolescentes? ¿Somos los dominicanos atrasados, retrasasdos o impreparados para que definitivamente se acepte la educación sexual o para que definitivamente razonemos si es positivo o negativo su promoción? ¿Hay psicólogos especializados en las escuelas?.

Siento que algo está fallando, posiblemente en la metodología, los contenidos y/o procesos de transmisión o de comunicación de los conocimientos sobre la sexualidad a jóvenes, niños, niñas y adolescentes. Si no es así, ¿cómo explicar que entre 25 y 108 de cada 1.000 jóvenes de 15 a 19 años son madres en los países de América Latina y el Caribe, según datos de la CEPAL, que ponen de relieve la alarmante situación de la maternidad adolescente?.

El Nacional

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