Gracias a la cuantiosa inversión que se ha realizado, la recuperación de la industria turística representa un gran logro para el Gobierno.

Tratándose del sector más dinámico de la economía en la creación de empleos y generación de divisas había que crear las condiciones para que los visitantes volvieran a disfrutar de los encantos de este país.

El resultado ha sido que en los primeros ocho meses de este año han llegado dos millones 935,200 turistas. Las perspectivas fueran más auspiciosas de no ser por la amenaza que representa para la industria la ola criminal que se esparce por el territorio.

Los turistas no solo vienen a los complejos hoteleros a disfrutar de sol y playa, sino que gustan de salir a conocer los centros históricos, monumentos y otros lugares. Pero con los asaltos que se han puesto de moda es probable que los turoperadores prefieran otros destinos donde haya más seguridad.

Cualquier campaña de promoción de República Dominicana y demás países del Caribe tiene que incluir, aparte de los atractivos naturales, la seguridad del visitante.

Es verdad que por ahora no se ha reportado incidente alguno con ningún visitante, pero tampoco se puede descartar de que pueda darse en cualquier momento.

Con lo agitado que se torna el mar en ocasiones, también la atmósfera está muy picada. Frenar la delincuencia es una condición básica para la saludable recuperación del turismo.