El presidente Luis Abinader desde el inicio de su mandato le ha tocado enfrentar contingencias adversas y externas con gallardía y determinación, cual sagaz piloto sorteando la tormenta. Primero heredando la grave crisis del Covid 19 y sus repercusiones que pusieron de rodillas economías y gobiernos a nivel mundial.

Luego la invasión Rusa a Ucrania el 24 de febrero de este año y su impacto en la vida de todos, siendo el año del rearme, de la escasez energética, de la inflación y la incertidumbre.

La dependencia de la energía rusa sumado a que Ucrania es uno de los graneros del mundo por su producción agrícola. Antes del conflicto bélico, Rusia era el principal proveedor de Alemania suministrando un tercio de su gas.

La condena por la mayoría de los líderes mundiales fue seguida de listas de sanciones contra Moscú. En el primer semestre del 2022 los precios de la electricidad en los hogares de la UE aumentaron considerablemente al igual que los precios del gas en comparación con el 2021.

Los Estados miembros pusieron en marcha desgravaciones y subvenciones gubernamentales para mitigar los elevados costos energéticos.

Según las Naciones Unidas, Ucrania es el quinto exportador mundial de trigo, el cuarto de maíz y el primero de aceite y harina de girasol.

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Sus exportaciones de granos se han desplomado desde febrero al cerrar por la guerra los puertos ucranianos del Mar Negro, disparando los precios mundiales de los alimentos.

La tasa de inflación anual de la eurozona ha aumentado hasta el 10,7% provocando protestas y huelgas en toda Europa por el aumento de la inflación y el costo de la vida provocando el “invierno del descontento”, de miles de ciudadanos europeos.

Muy a pesar de este panorama internacional adverso económicamente hablando en nuestro país los entes productivos dominicanos confían en que tendremos mejor desempeño que en 2022, con más y mejores inversiones, empleos y alianzas.

El presidente saliente del Conep, Pedro Brache, augura las mejores posiciones de desempeño entre los países de la región, gracias a la diversificación del entramado productivo nacional y a los ajustes en la tasa de política monetaria por parte del Banco Central para evitar la fuga de capitales y mantener la estabilidad económica.

“El 2023 va ser un buen año”. Por su parte el nuevo presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Julio Virgilio Brache, apuntó que dentro de los retos que se esperan de cara al 2023 está constituir más empresas de calidad para mejorar las brechas salariales y el fortalecimiento de la cooperación público-privada y estar unidos para enfrentar los retos que depara el 2023 con resiliencia e innovación.

Debemos recibir el año 2023 con optimismo, fe y determinación para juntos hacer el país que aspiramos y al presidente Abinader que continúe sorteando la tormenta.