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Tirando oro a la  basura

Tirando oro a la  basura

¿Cómo se quedaría si le dijéramos que en 2011 países como Argentina tiraron literalmente a la basura 228kg de oro, 1.750kg de plata y 81.000kg de cobre?

Esta es la cantidad de metales valiosos que según el último informe de la organización ecologista Greenpeace, los argentinos desaprovecharon sólo por no reciclar los 10 millones de celulares descartados ese año y que actualmente se descomponen en vertederos generando tóxicos que contaminan la tierra, el aire y el agua del país.

El reporte es un llamado de atención de la organización que intenta promover lo que se conoce como minería urbana, una actividad muy poco extendida en América Latina, pero que en Europa y países como Japón o Corea del Sur se están convirtiendo en importantes generadores de empleo y de riqueza, comparable en algunos casos al de la minería tradicional.

Estos nuevos residuos conocidos como “E-Waste” o chatarra electrónica se han convertido en el 5% del total de la basura generada en el planeta tierra (sin contar la basura espacial orbitando fuera de la atmósfera, producto de la baja del servicio de satélites y cohetes de transporte) y según el NRC (National Recycling Coalition) de los Estados Unidos, las 20 millones de computadoras personales que quedaron obsoletas sólo en ese país hasta 1998 se incrementarán a más de 500 millones para fines de 2010, sin contar la avanzada de la televisión digital, la cual está obligándonos a jubilar nuestros viejos televisores de tubo de rayos catódicos.

El dorado inexplorado

Minería urbana significa reciclar los materiales de valor presentes en los residuos electrónicos, que van del oro, la plata y el cobre, al platino, el aluminio, el acero, las tan apreciadas “tierras raras”, plásticos y demás materiales que se pueden reutilizar en nuevos aparatos.

El oro por ejemplo, se utiliza en diversos componentes de los computadores y celulares, debido a sus buenas propiedades conductoras y a que es un material muy estable.

Un estudio reciente sobre este tipo de residuos llevado a cabo por la Universidad Naciones Unidas de Japón, estimó que en el mundo se emplean cada año US$16.000 millones de oro y US$5.000 millones de plata en la fabricación de artículos de alta tecnología. Sin embargo, poco más del 15% de estos metales se recupera.

La proliferación de dispositivos electrónicos, su constante renovación y la obsolescencia programada, entre otros factores, genera miles de toneladas de residuos que ha llevado a que los depósitos de este metal presentes en residuos crezca exponencialmente cada año, y aunque su reciclaje es todavía limitado algunos creen que presenta grandes oportunidades de negocio a futuro.

Un informe de firma de análisis Frost & Sullivan bajo el título ‘Oportunidades globales en el mercado de los servicios de reciclado de basura eléctrica y equipamiento electrónico’ destacó que la minería urbana generó en 2011 unos US$1.420 millones y se estima que alcance los US$1.860 millones en 2017, sobre todo cuando países en desarrollo se incorporen al negocio.

No obstante, en América Latina, el reciclaje de residuos electrónicos es todavía una actividad emergente.

La Unión Europea cuenta desde 2003 con una normativa para el procesamiento de basura electrónica.

 (BBC-Mundo)

El Nacional

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