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Toques

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Héctor García

Un vaso de agua fría en el desierto.-

Es muy difícil iniciar la preparación de esta entrega donde manifiesto mis creencias sobre la participación de los atletas dominicanos en estos turbulentos y recién finalizados, pero exitosos Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Digo difícil, porque escribir emocionado solo es de poetas y compositores sentimentales, no de periodistas deportivos, narradores de hechos y revividores de estadísticas.

República Dominicana se inscribió en el libro dorado del deporte mundial al acumular cinco medallas, tres platas y dos bronce, en esta edición bajo los cinco aros.

La gran fortaleza mostrada por nuestros atletas, hombres y mujeres es un hecho del que se hablará toda la vida, me atrevo a decir, que es un récord difícil de romper. Dependerá de muchas cosas.

Cinco atletas: tres hombres y dos mujeres formaron la Cuarteta 4×400 que ganó la primera medalla de plata.
Anabel Medina, Marileidy Paulino, Lidio Andrés Feliz y Alexander Ogando, corriendo el día de la corona. En la versión clasificatoria participó Luguelín Santos.

Zacarías Bonnat Michel y Crismery Santana, plata y bronce, respectivamente, por Halterofilia, Marileidy Paulino, plata en 400 metros planos. Su segunda medalla.

La primera mujer que en competencia individual gana una presea olímpica para el país.

La noche del viernes, el equipo de béisbol, viniendo de atrás, lo que no habían hecho en la Serie, ‘a palos limpios’ se corona ante Corea

del Sur, colgándose el bronce en el cuello. Quinta medalla del país y 12 en la historia de nuestras citas olímpicas.
Todos recibirán un incentivo económico del gobierno de ocho millones de pesos para los ganadores de plata y seis, para los de bronce.

Pero hay un mejor premio, todos están recibiendo el honor del pueblo dominicano que los honra y los vanagloria por su gallarda actuación.

Mis felicitaciones a todos los atletas dominicanos, medallistas y demás participantes por este histórico trabajo, entrenadores y técnicos.

Reconocimientos al Estado Dominicano, a Luis Mejía, miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) por su ardua y silenciosa labor, a Creando Sueños Olímpicos, (CRESO), con mención especial a Felipe Vicini y José Luis Corripio, a

Antonio Acosta y el Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Dominicano.
Sin lugar a dudas, este es un país indudablemente signado por la Providencia.

En los momentos más difíciles y de forma inesperada, surge una luz en el túnel y la esperanza de algo mejor.
A pesar de las tribulaciones e inquietudes generadoras de la actual pandemia, el rol jugado por la delegación dominicana en Japón, genera sentimientos de alegría y entusiasmo.

¡No todo está perdido! Hay valores en nuestra juventud y en todo el conglomerado nacional. El gobierno, los atletas y todos los habitantes de esta tierra, debemos sentirnos orgullosos por ser un vaso de agua fría en el desierto.

Por: Héctor García
hectorgarciasr@gmail.com

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