Las propias autoridades admiten que la cuarta ola del covid es una amarga realidad, como evidencia el incremento de los contagios. Las perspectivas se tornan más inquietantes con la celebración de las fiestas navideñas, en las que se vulneran protocolos de por sí muy relajados.
La gente ha entendido que con la flexibilidad de las restricciones el peligro ha pasado, aunque la realidad muestre lo contrario.
El incremento de casos ha motivado que entidades como la Sociedad de Neumología reclamen medidas puntuales como la suspensión por dos semanas de las clases presenciales. El rebrote registrado en octubre es relacionado con la apertura de la docencia a partir del 20 de septiembre.
Sin embargo, el Ministerio de Salud Pública dijo que la positividad en las escuelas ha sido mínima, por debajo de un 2%. Las estadísticas oficiales indican que solo 103 maestros y 67 estudiantes se han contagiado en todo el país, descartando que la docencia, que es señalada como una de las causas del rebrote, tenga que ver con la enfermedad.
El presidente del Colegio Dominicano (CMD), Waldo Ariel Suero, señaló desde un primer momento que de no fortalecerse la vigilancia y adoptarse restricciones adicionales la cuarta ola era inminente. Ante la situación Suero recomendó restablecer el toque de queda de forma general y vacunar a los niños entre 5 y 11 años. Antes que volver atrás algo tendrá que hacerse para contener la propagación del virus.
