Editorial Opinión

Tropel migratorio

Tropel migratorio

De los 385 haitianos apresados el jueves en Ciudad Juan Bosch durante un operativo que requirió la intervención de contingentes policiales y militares, 325 tenían la condición de indocumentados, por lo que fueron repatriados por la Dirección de Migración.

Unidades de Migración fueron atacadas el día anterior a pedradas, palos y botellazos por grupos de haitianos ilegales que obligaron a las autoridades a abandonar el complejo habitacional, en un suceso que confirma la prevalencia de un descontrol migratorio.

La altísima proporción de indocumentados entre los 385 extranjeros detenidos en ese emblemático residencial se replica en la mayoría de los escenarios urbanos y rurales donde se realizan operativos migratorios.

No hay que olvidar que decenas de apartamentos sin terminar del proyecto Vivienda Santo Domingo, cuya construcción data de casi 40 años, fueron ocupados por indocumentados haitianos, a la sombra de la negligencia e indiferencia de las autoridades.

Ciudad Juan Bosch, ubicada en Santo Domingo Este, es una iniciativa público-privada para construir unas 25 mil unidades habitacionales de bajo costo en un moderno entorno dotado de servicios como acueducto, escuelas, liceos, supermercados, instalaciones deportivas y hospitales.

El Gobierno otorga un subsidio en el financiamiento de esos apartamentos que dispondrán de tasas fijas de interés por 20 años, pero resulta que propios adquirientes han creado brigadas para impedir que haitianos ocupen de manera irregular inmuebles de ese proyecto.

Algo hay que hacer y rápido antes de que el desbordamiento migratorio se extienda por todo el territorio nacional, si no es que ya arropa a la geografía entera, porque la situación es de tal gravedad que la infección ya se siente en el tuétano de la convivencia, la seguridad y la economía dominicana.

Si todo sigue como va, el tropel de indocumentados volverá con más fuerza a Ciudad Juan Bosch, como lo hizo en Invivienda y como lo hará en todas partes al amparo de la irresponsabilidad, indiferencia y cobardía de las autoridades.

El Nacional

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