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Trujillo ordenó al general Fausto Caamaño fusilar a su hermano Aníbal Julio

<P>Trujillo ordenó al general Fausto Caamaño fusilar a su hermano Aníbal Julio</P>

Aníbal Julio fue  el quinto hijo del matrimonio Trujillo Molina, y desde su adolescencia dio muestras de trastornos mentales. Cuando  se presentaba la esquizofrenia   recorría las calles de la ciudad lanzando  frases incoherentes,  al tiempo que se autoproclamaba  “nuevo   emperador” del Caribe,

A pesar  de las perturbaciones que padecía,   su hermano, el dictador Rafael Leonidas, lo designó Jefe de Estado Mayor del Ejército y desde la importante posición ordenaba  a los soldados formar filas para  proclamarles que él  era  la “reencarnación de Julio César”

La situación llegó a tal extremo que en ocasiones las órdenes que impartía  Trujillo  eran desobedecidas por  Aníbal Julio, al tiempo que cuestionaba la  conducta de su hermano para “dirigir los destinos del país”.

  Trujillo llamó por teléfono a su hermano, el jefe del Ejército,  y le hizo algunos cuestionamientos sobre decisiones que había tomado, que el dictador consideraba “incorrectas”, y el general violentamente cortó la conversación, estrelló el aparato  contra la pared y burlando el control de sus ayudantes tomó su automóvil Chevrolet y se dirigió a Palacio Nacional. Trujillo, que ya conocía de los problemas mentales, se escondió para evitar problemas mayores.

“Mango Fresco” es el nombre de la finca ganadera que tenia  Aníbal Julio en  Hato Nuevo, Manoguayabo,  que colindaba con otra de su hermano Rafael Leonidas. Cierto día el  jefe del Ejército llegó a su propiedad, se amarró un sable en la cintura y ante la presencia atónita de sus espalderos y de  sus empleados gritó : “!Quiero sangre!”

En otra oportunidad  instruyó a los  militares  a su servicio  reunir y amarrar con soga  a un grupo de agricultores  de la zona  y concentrarlos en medio del corral para animales. El general, montado en su caballo, sable en mano, con los ojos desorbitados, arremetió contra los infelices campesinos, al tiempo que  repetía

 “!quiero ver sangre… yo soy  el emperador Julio César!”.

 Los soldados presentes completaron el genocidio contra los pobres hombres que habían sobrevivido a los embates de Aníbal Julio.

Cuando Trujillo fue informado del asesinato masivo promovido y ejecutado por su hermano, ordenó al secretario de las Fuerzas Armadas, su íntimo y leal amigo, el teniente general Fausto A. Caamaño,  trasladarse a la finca   e implantar el orden allí. Las instrucciones  precisas del generalísimo fueron “fusilar a todos los militares al servicio de Aníbal, y al propio Aníbal, si se encontraba”.

El general Caamaño,  eludió  cumplir fielmente  la orden de su comandante en jefe, e  instruyó a uno de sus ayudantes para que informara  de la magnitud del caso a  doña Julia, madre de los hermanos Trujillo, de suerte que ella sacara a la mayor brevedad posible a Aníbal de la finca “Mango Fresco”

Cuando Caamaño llegó a Hato Nuevo, ya el general  se había marchado, y  de inmediato procedió a cumplir las  recomendaciones  de Trujillo que consistió en el fusilamiento de 27 militares y capataces que estaban al servicio de Aníbal Julio.

Fallecimiento

Declarado en un interdicto, no apto para realizar trabajos productivos, el 21 de diciembre de 1948,   en su residencia de la Isabel La Católica esquina Padre Billini, el general Aníbal Trujillo se pegó un tiro en la sien.  El generalísimo Trujillo no asistió  al funeral de su hermano, lo que resultó sospechoso para la colectividad, que no podía emitir juicio público al respecto

Divulgada oficialmente la muerte del general  surgió otro incidente con el doctor Gerardo Marten-Ellis, quien se negó rotundamente a firmar el acta de defunción del hermano del dictador.  Esta decisión le  causó graves  inconvenientes de carácter político a Marten-Ellis, y a su hijo y también médico de profesión Newton Marten Ceaca, quien no pudo aprovechar   la beca para realizar estudios especializados en el exterior.

UN APUNTE

Relato sobre Aníbal

 Hechos registrados dan cuenta de que Aníbal Julio acudió en una ocasión al Palacio Nacional en busca de su hermano, por la recriminación que le había hecho, pero dicen que el dictador se habría escondido. Aníbal Julio sufría de inestabilidad emocional.

El Nacional

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