Economía

Ven América Latina va rumbo a otra década perdida

Ven América Latina va rumbo a otra década perdida

Una nueva década perdida traería un incremento de la pobreza en América Latina y el Caribe.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) afirmó que en los diez años que van de 2014 a 2023, América Latina y el Caribe habrán crecido menos que durante la llamada “década perdida” de los años ochenta.

Indicó que luego de crecer un 3,7% en 2022, se profundizaría la desaceleración con un crecimiento del 1,3% en 2023.
En ese contexto, la Cepal prevé que República Dominicana termine el año 2022 con un crecimiento de un 5.1%, nivel de crecimiento que caería en 2023 a un 4.6%.

El organismo regional de la ONU, dijo que “un elemento que causa preocupación es que, como ocurrió en el primer semestre de 2022, los niveles de informalidad se han incrementado y el riesgo es que esta tendencia continúe en 2023, más aún si se considera que actividades como la construcción y la industria manufacturera pueden verse afectadas por el incremento de las tasas de interés que han adoptado los bancos centrales de la región para enfrentar el alza de los precios y la mayor volatilidad cambiaria, en especial en un contexto de elevado endeudamiento de los hogares y las empresas en algunos países de América Latina y el Caribe”.

Desaceleración
En su Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2022, la Cepal afirma que la actividad económica de América Latina y el Caribe en 2022 presenta una tasa de crecimiento superior a la esperada durante el primer semestre del año y una desaceleración durante el segundo semestre.

La desaceleración observada en la segunda mitad de 2022 se mantendrá en 2023, lo que permite prever que la tasa de crecimiento del próximo año será significativamente menor que la de 2022.
Estima que junto con la fuerte desaceleración del crecimiento, se mantienen las presiones inflacionarias.

Inflación
De acuerdo con la Cepal, si bien no se espera una aceleración de la inflación, esta continuará
siendo elevada durante 2023, condicionando las acciones de política monetaria, especialmente en lo que se refiere al manejo de las tasas de política monetaria en la región.

De igual modo, en el ámbito fiscal, si bien se observa una reducción del déficit primario, los niveles de endeudamiento continúan siendo altos, por lo que cabe esperar que el espacio fiscal siga condicionando la trayectoria del gasto público.

A las complejidades macroeconómicas se suman una reducción de la creación de empleo formal, un aumento de la informalidad, el estancamiento o pérdida de los salarios reales, caídas en la inversión y crecientes demandas sociales.
“Todo ello ejerce presión sobre la política macroeconómica, que debe conciliar la implementación de políticas orientadas tanto a lograr una reactivación económica basada en la inversión y la creación de empleo como a controlar la inflación y procurar la sostenibilidad fiscal”, externo.

Entorno externo
Al complejo escenario interno de la región se añade un escenario internacional que ha continuado deteriorándose, y cuyos pronósticos de crecimiento, tanto de la actividad económica como del comercio mundial, han vuelto a revisarse a la baja.

El organismo regional dijo que las proyecciones de crecimiento del PIB mundial se han revisado a la baja principalmente como consecuencia de los efectos de la invasión de la Federación de Rusia a Ucrania.

“Se prevé que 2022 cerrará con un crecimiento del 3,1%, cuando antes de la guerra se proyectaba una tasa del 4,4%. Para 2023, se espera que se acentúe la desaceleración y que el PIB global crezca un 2,6%. Las economías avanzadas crecerían un 0,6%, mientras que las emergentes y en desarrollo lo harían un 3,7%.