Se espera nuevamente que los Blue Jays intenten retener al primera base/tercera base superestrella Vladimir Guerrero Jr. este invierno, y aunque tienen más posibilidades con Guerrero que con su coestrella Bo Bichette, necesitarán intensificar sus esfuerzos para retener a Guerrero, quien está en gran forma y cerca del nivel de MVP.

Los intentos anteriores de extender el contrato de Guerrero (y de Bichette) nunca llegaron a concretarse, y el precio de Guerrero no hace más que aumentar. Una comparación obvia es la de Rafael Devers, de Boston, que recibió 313,5 millones de dólares por 10 años.

Al igual que Guerrero, Devers es un bateador estrella que era un fichaje obligado (en su caso, después de que los Red Sox cometieran la tontería de enviar al gran Mookie Betts a cambio de Alex Verdugo y otros). Es probable que Guerrero apunte más alto.

Guerrero es un fichaje obligado no sólo porque Toronto descartó cambiarlo en el verano, sino porque es la estrella local que se cree que está abierta a quedarse.

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Los Jays, que son un equipo de gran mercado, tienen el dinero restante después de que Shohei Ohtani aceptara los $700 millones ofrecidos por los Dodgers (una valoración de $437,4 millones contando los aplazamientos), y Toronto necesita urgentemente apaciguar a una base de fanáticos comprometidos y descontentos.

Jon Heyman
New York Post