WASHINGTON, 15 Dic 2014 AFP – Es la fiebre de la hierba: el 2014 fue un año festivo en América para los partidarios de la despenalización del cannabis, con Uruguay como el primer país del mundo donde es legal y un nuevo movimiento favorable en Estados Unidos. Su expresión más gráfica es la comercialización anunciada en noviembre de la marca de marihuana de alto nivel «Marley Natural», que lanzará a fines de 2015 en Estados Unidos la familia de Bob Marley, la leyenda jamaiquina del reggae, eminente fumador de hierba y militante de su legalización, fallecido hace 33 años. Desde mayo pasado, Uruguay, a pesar de la oposición de una mayoría de la opinión pública local y las críticas de Naciones Unidas, es el primer país del mundo donde los fumadores de porros pueden sembrar, comprar o consumir cannabis.
En los hechos, la «experiencia», como la bautizó su principal promotor, el presidente uruguayo José Mujica, avanza lentamente. La nueva norma no empezará verdaderamente hasta inicios de 2015 cuando las empresas autorizadas para producir el cannabis y las farmacias registradas para su venta estén operativas. Los decretos prevén igualmente que los consumidores, si son residentes del país y mayores de 18 años, podrán comprar hasta 40 gramos de hierba por mes en esas farmacias.
Un «año histórico»
Si prefieren cultivarla ellos mismos, deberán registrarse en una base de datos del gobierno, para sembrar seis plantas como máximo, de manera individual.
O podrán unirse a clubes de pequeños productores -entre 15 a 45 miembros- para cultivar hasta 99 plantas al año. La ley, aprobada en diciembre de 2013 y promulgada seis meses más tarde, tiene el objetivo de luchar contra el tráfico ilícito de drogas en el pequeño país suramericano. Pero ahora deberá pasar la lupa del nuevo presidente electo, Tabaré Vázquez, que empezará sus funciones el 1 de marzo de 2015. Este oncólogo militante de la causa antitabaco ha dicho que la respetará pero advirtió que hará pasar «una evaluación estricta y muy de cerca sobre su impacto».
En Estados Unidos, los promotores de su despenalización saludaron por su parte «otro año histórico para el movimiento», indicó a la AFP el Marijuana Policy Project. En noviembre, en referendos coordinados con las elecciones legislativas, Alaska y Oregon se unieron a Colorado y el estado de Washington en autorizar el consumo, venta y fiscalización de marihuana con fines recreativos, además de los medicinales. La ciudad de Washington también despenalizó mediante referendo la posesión de cannabis, pero el Congreso de Estados Unidos, que controla asuntos de la capital estadounidense (que no es un estado) se opuso a la medida. Hasta el momento, 23 estados de Estados Unidos -casi la mitad de la Unión- y la capital han legalizado la marihuana para usos medicinales y en unos 40 estados se tramitan medidas para flexibilizar su legislación.
El negocio de la hierba florece
Mientras tanto, un «pot business» o negocio del cannabis, difícil de medir pero que podría oscilar entre 10.000 a 40.000 millones de dólares, según estudios diversos, florece. En el pionero Colorado, un banco dedicado a los «empresarios de la hierba», acostumbrados a negociar en efectivo, debe abrir sus puertas en enero dado que los bancos tradicionales temen la prohibición del gobierno federal. Porque consumir marihuana sigue siendo un delito a nivel federal.
El gobierno de Obama ha advertido a los estados involucrados que vigilará cualquier violación a la seguridad o la salud pública, como las ventas a menores o la venta de otras drogas bajo la apariencia del negocio de la marihuana. Pero los fumadores de esta hierba se congratulan por sus últimas éxitos, especialmente por una opinión pública que, desde 2013, está mayoritariamente a favor de su legalización, según sondeos. «La mesa está servida para el 2016», señala Mason Tvert, director de comunicación de Marijuana Policy Project.
En las próximas elecciones deberían presentarse consultas sobre el uso recreativo del cannabis en «al menos cinco estados», entre ellos California, según esa asociación. «Probablemente sea solamente una cuestión de tiempo antes de que la legalización alcance a todo el país», señalaba recientemente en un editorial la revista Mother Jones. Pero los opositores, preocupados por los riesgos en la población adolescente o la conducción de automóviles, no han dicho su última palabra. Una propuesta para legalizar la marihuana para uso médico fue rechazada en Florida, y el Congreso negó el dinero a la capital para hacer realidad la legalización.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), encargada por la ONU de controlar las regulaciones sobre drogas, expresó alarma en marzo pasado por estas despenalizaciones. Las nuevas legislaciones plantean un «peligro muy grave a la salud y el bienestar público», alertó entonces su presidente Raymond Yans. AFP