Durante la pasada campaña electoral el tema de la penalización o no del aborto en el país se convirtió en un elemento importante en los discursos de los candidatos a la presidencia de la República.

En esa ocasión el PRM (Partido Revolucionario Moderno), y su candidato presidencial Luis Abinader, quienes lucían punteros en la simpatía del electorado, abogaron por las tres causas que permitan a los médicos hacer abortos sin ningún riesgos de encarcelamiento.

Sin embargo, colocada la “noña presidencial”, tanto el partido como el mandatario han cambiado de posición en más de una ocasión, la última de ella desde España, el jefe del Estado dijo que abogaba porque a través de un referéndum la población fijara su posición al respecto.

Eso no lució bien ya que el PRM es el partido mayoritario en el Congreso Nacional y sólo se necesita una línea política con autoridad para incluir las tres causales en el Código Penal.

El PRM y Abinader se comprometieron a respaldar las tres causales
Es lógico que el Presidente sienta temores a las reacciones de grupos religiosos, en una nación como la nuestra con una amplia tradición católica.

Sin embargo, el PRM como partido político va a quedar mal parado ante la sociedad porque no cumplió como entidad con la promesa de asumir el reclamo de la sociedad en un tema tan espinoso.

Ahora no es entendible la necesidad de que la fuerza pública, entiéndase la Policía tuviera que desmantelar un campamento de personas, la mayoría mujeres, instalado frente al Congreso Nacional para llamar la atención sobre sus derechos constitucionales y a la vida.

Allí no había amenaza de ningún tipo, de modo que cualquier alegato policial tendrá la debilidad de un hilo coser, a menos que la razón no haya sido política y que la orden viniera de un poco más arriba, aprovechando la ausencia del presidente Abinader, quien se encuentra en Andorra.

Por: José Antonio Torres
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