Por Alberto Quezada
quezada.alberto218@gmail.com.-
En medio de esta terrible crisis sanitaria generada por el coronavirus o covid-19, la cual tiene al mundo de rodillas, la ambición, el rentismo y la explotación en la República Dominicana parece no tener límites.
La falta de sensibilidad, sentido común y entendimiento de una realidad calamitosa parece no ser parte del accionar racional de una parte de la clase comercial dominante cada vez más indolente y voraz.
Esta franja comercial indolente y abusadora, no tiene miramiento, hiel, es capaz de exprimir la última gota de sangre de un pueblo de por sí ya anémico
La historia que les voy a contar, es de brinco y espanto. Parecería un relato extraído de una de las brillantes novelas de ficción escrita por unos de los creadores del movimiento literario de los años 60 y 70 denominado ¨Boom Latinoamericano¨.
De manera unilateral, silenciosa, inhumana e ilegal se incurre en centros médicos en un vulgar abuso, por no llamarle de otra manera, contra los pacientes y usuarios que a diario asisten en busca de algún chequeo médico u otros servicios.
El abuso es que centros se están dando a la tarea de cobrar de manera ilegal y abusiva a los pacientes en sus facturas del pago de la consulta, un total de 150 pesos por concepto de un nuevo servicio denominado Bioseguridad.
Cuando investigamos el porqué de ese cobro adicional, ¿saben ustedes cuál fue la respuesta?, Que ese es un pago extra por los materiales e insumos que está gastando el centro sanitario en su personal médico por el asunto de la Pandemia. Pero que bárbaros!..
Una estafa, por más vuelta que le demos, ¿y saben por qué amigos lectores?, porque ese cobro no tiene sustento legal, ha sido una medida unilateral tomada por los administrados sin consultar a nadie; ni a la ciudadanía ni a las entidades rectoras del sistema de salud del país, hasta donde uno sepa. ¿Quién para eso?