El accidente del minibús que se incendió después de deslizarse en un canal de riego en la comunidad El Maizal, Valverde, resultando heridas 23 personas, entre ellas varios haitianos, vuelve a sonar la alarma sobre el tráfico de indocumentados por la zona fronteriza.
El Ejército da cuenta con frecuencia, no sin cierto dejo de eficiencia en su misión, de las detenciones de haitianos ilegales, pero jamás se ha sabido cómo los inmigrantes se las arreglan para cruzar a este lado de la isla.
El mismo misterio rodea el contrabando de cigarrillos que se decomisan en la zona fronteriza, aunque se hable de que la práctica está más controlada. Alguien tendrá que tomarse las molestias de determinar el mecanismo a través del cual los haitianos pueden ingresar al territorio dominicano sin ser detectados por los militares que custodian la demarcación.
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La verja y el amplio despliegue no han evitado un trasiego que dispara la alarma cada vez que se anuncian detenciones u ocurren accidentes como el de la comunidad El Maizal. Se sabe que los haitianos no se valen de magia para ingresar el país. Pero tampoco los traficantes de cigarrillos.
El Nacional
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