Circunstancias tan calamitosas como las que han caracterizado la apertura del año escolar tornan más que auspicioso el acercamiento entre la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) y el Ministerio de Educación.

Antes que aumentar es necesario bajar las tensiones que tradicionalmente han caracterizado las relaciones del gremio y la cartera. Por los efectos de Fiona y las carencias que históricamente han afectado el sistema educativo la armonía es de por sí una contribución en beneficio de la enseñanza.

La ADP se ha comprometido a colaborar con el buen desempeño del año escolar, pero persiste la intranquilidad con sus denuncias de problemas viejos y amenazas de tomar acciones. Las puertas del titular de la cartera deben estar siempre abiertas para el diálogo con el gremio, sin importar las circunstancias.

La ADP dio un paso importante al acercarse y comprometerse a garantizar la armonía en las aulas, evitando las paralizaciones de la docencia.

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Desde que asumió el cargo el ministro Ángel Hernández ha expresado su determinación de buscar soluciones a todos los males que afecten la calidad de la enseñanza, que ha definido como su compromiso prioritario.

Si la ADP y el Ministerio de Educación cumplen los acuerdos a que han arribado puede esperarse un año escolar no solo normal, sino con importantes avances para el sistema educativo.