Mientras los Mets de Nueva York navegan una temporada llena de ajustes, su presidente de operaciones de béisbol, David Stearns, se mantiene atento a dos nombres clave dentro de la organización: Juan Soto, en las Grandes Ligas, y Ronny Mauricio, que brilla en Triple A con Syracuse.
Durante una rueda de prensa celebrada ayer viernes, justo antes del inicio de la serie frente a los Rockies de Colorado, Stearns compartió su perspectiva sobre ambos peloteros, cuyas trayectorias recientes ofrecen contrastes notables.

Juan Soto, en proceso de ajuste
Aunque su historial lo respalda como uno de los bateadores más temidos, Juan Soto atraviesa un tramo de la temporada marcado por inconsistencias. No obstante, Stearns mostró cautela al hablar de un problema específico en su desempeño.
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“Honestamente, no tengo un ‘este es el problema’ que Soto necesita solucionar para mejorar”, expresó. “Creo que está teniendo buenos turnos al bate, está controlando bastante bien la zona de strike”.

A pesar de su reconocido dominio del plato, Soto ha visto una caída en su producción ofensiva comparada con campañas anteriores. Según Stearns, parte de la dificultad radica en la mecánica de contacto: “Está bateando la pelota al suelo un poco más que antes. Creo que es algo de lo que está consciente”.
Este detalle técnico podría explicar parte de la baja en poder ofensivo, aunque el directivo también aclaró que cambiar ese patrón no es algo que ocurra de la noche a la mañana.
Mauricio, encendido en Triple A
Mientras tanto, en las ligas menores, Ronny Mauricio continúa haciendo méritos para volver al máximo nivel. Recuperado de una cirugía de ligamento cruzado anterior que lo alejó del diamante tras su debut en 2023, el joven dominicano lidera a Syracuse en imparables y ha registrado un desempeño explosivo en los últimos juegos.
En una reciente racha de siete partidos, bateó para .560 (25-14), conectó tres jonrones y empujó siete carreras. Stearns no pasó por alto estos números.

“Está haciendo un gran trabajo. Lo primero es su salud, recuperarlo y aumentar su volumen. Seguimos haciéndolo”, explicó. “Siempre que vean a jugadores bateando con fuerza por todo el campo, como lo está haciendo ahora mismo en Triple A, presten atención”.
Para el alto ejecutivo, la evaluación de Mauricio no solo se limita a lo estadístico, sino también al proceso de rehabilitación y acumulación de turnos que permitan tomar una decisión con base sólida.
“Creo que es justo que, si estuviera al 100% de salud y ya hubiera tenido 200 apariciones al plato este año, sería una decisión mucho más fácil”, agregó.
Un rompecabezas en evolución
El seguimiento a Soto y Mauricio forma parte del panorama general que enfrentan los Mets en 2025, donde los ajustes en el roster y la gestión del talento joven podrían marcar la diferencia entre otra temporada de reconstrucción o una real competencia en la división.
Con un Soto bajo la lupa y un Mauricio al alza, la directiva de Nueva York mantiene abiertas todas las opciones mientras el calendario avanza.