Los X Juegos Escolares Deportivos Nacionales llegaron a su fin ayer y los reportes indican que estos fueron de gran impacto positivo para las cuatro provincias donde se desarrollaron.

Los 600 millones de pesos invertidos para el montaje de la justa en Barahona, que sirvió como sede, y las subsedes de Azua, Bahoruco y San Juan, no solo impactaron el área deportiva, si no que dinamizó la economía de estas provincias de la región Sur con la participación de más de 3,500 estudiantes, además de los técnicos y personal de apoyo, que allí trabajó.

El director ejecutivo del Instituto Nacional de Educación Física (Inefi), licenciado Alberto Rodríguez Mella, destacó el hecho de que la versión que recién finalizó tuvo un costo menor a la edición del 2019, que tuvo lugar en Monte Plata.

“Mientras los juegos actuales se llevaron a cabo con un presupuesto de 600 millones de pesos, los anteriores se hicieron con un gasto de 700 millones. Demostramos que con eficiencia se puede”, destacó dijo Rodríguez Mella.

Resaltó que, como resultado del montaje, la sede de Barahona queda con una pista de atletismo y campo de fútbol renovados. En el ámbito beisbolístico, se remodeló completamente el estadio Nadin Hazoury. Mientras que en el polideportivo de la ciudad se entregó una pizarra electrónica nueva y se repararon los baños y el tabloncillo.

En San Juan de la Maguana se remodelaron los pabellones de karate, judo, boxeo, tenis de mesa y levantamiento de pesas, además de la reparación total del estadio de balonmano. Mientras que en Azua fue remodelado el estadio de softball y pequeñas ligas. Durante la ceremonia de clausura, el viceministro de Educación, Julio Ramón Cordero Espaillat, anunció que San Francisco de Macorís albergará la versión número 11 de los Juegos Escolares en el 2025.