El director del Inabie (Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil) no ha tardado en ordenar una investigación sobre la contaminación y mala preparación de los alimentos que se sirven en el liceo Ramón Emilio Jiménez, de esta ciudad.
Por la responsabilidad y transparencia que se asegura caracterizno a Adolfo Pérez de León se espera que aflore la verdad y que haya consecuencias. Es como tiene que ser.
La salud de estudiantes y docentes no debe correr riesgo con la distribución de alimentos hasta con gusanos o crudos. El funcionario instruyó para que se investigue a los suplidores, pero la verdad es que en el proceso no se debe excluir a ningún sector.
Sobre el sistema educativo gravitan muchos intereses. La denuncia obliga, por demás, a reforzar las medidas sanitarias para que con el almuerzo escolar se cumpla con los estándares de calidad. E incluso para evitar que se sirvan alimentos en mal estado. La denuncia tiene que aclararse.

