Con pintura en aerosol y su increíble ingenio artístico, Néstor Omar García, conocido por todos en la escena del arte como Angurria, ha colaborado en la creación de exposiciones permanentes urbanas, a través del muralismo, destacando los aspectos más sobresalientes de la identidad dominicana.
Dice una frase de Joseph Pulitzer “Ojo a la situaciones inesperadas. En ellas se encierran, a veces las grandes oportunidades”, y el joven publicista e ilustrador es un ejemplo palpable, pues afirma que pintar las calles no estaba ni siquiera en las cinco cosas “Que nunca haría”.
“Fue Poteleche, que en ese momento era mi compañero de trabajo, quien me invitó a pintar unas paredes en nuestro departamento creativo, me encantó la experiencia y el resto es historia”, explica.
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Esa historia ya lleva muchos capítulos cargados de color y creatividad, los cuales no se han quedado solo en República Dominicana, también ha podido coleccionar emocionantes momentos y fijar el criollismo quisqueyano en las paredes de las ciudades de Nueva York, Miami y Sao Paulo.
“¡Es algo increíble! Saber de dónde vengo, y poder llegar a otros países, conocer otras culturas gracias a mi trabajo, es de las experiencias más gratificantes que conlleva lo que hago. Y no solo por lo que llevo a esos lugares, que es mi trabajo, sino también con lo que regreso, conocimientos, nuevos amigos y muchas experiencias que de una forma u otra trato de compartir con mis colegas aquí en RD”, manifestó a ¡Qué Pasa!
Desde hace varios años, ha habido un auge en el país en rehabilitar varias zonas y convertirlas en aportes visuales que además contribuyen con el turismo cultural y creativo. Arte a la vista de todos.
“Creo que el arte urbano y en cualquiera de sus manifestaciones te inspira y te muestra otras perspectivas, toca sensibilidades”, sostuvo el artista, quien además destacó que “el arte urbano es una realidad en nuestro país. Si vemos años atrás y observamos como la escena y las oportunidades que había en ese momento, comparada con las que hay ahora, hemos evolucionado bien. Pero aun necesitamos crear conciencia sobre la importancia de la creación y la preservación de estas obras, que de una manera u otra, nos pertenecen a todos”.
Para Angurria, más allá de embellecer espacios públicos, el arte urbano, como los murales, son un medio idóneo para educar e informar.
“Del mismo modo, llevar estos medios de expresión a lugares menos favorecidos les permite acceder a estas expresiones que de otra manera no sucede y también les muestra otra posibilidad de cómo el arte se puede convertir en un oficio que los ayude a mejorar sus condiciones de vida”.