Sería ingenuo esperar que los muchos problemas que rodean el sistema de enseñanza estén totalmente resueltos para la apertura el próximo lunes del año escolar.

Distribución de los libros y materiales educativos, uniformes, meriendas, transporte, inscripción, aulas y planteles y muchos otros elementos que intervienen en la enseñanza han constituido cada año, de una forma u otra, un verdadero trauma para las autoridades educativas.

Por un importante acuerdo con la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) no se tiene la presión que siempre ha ejercido el gremio como amenaza o interrupción de la docencia.

A pesar de todos los problemas se tiene la esperanza de que las autoridades hayan superado males como el de la inscripción y la falta de aulas para impartir docencia a 2,058.411 estudiantes convocados en el sector público.

Y que los planteles que están a medio terminar puedan integrarse al sistema de enseñanza en el más breve tiempo. Pasos dados por el Gobierno para estimular la asistencia, como el bono de mil pesos, no pueden perderse por la falta de condiciones en las aulas o por otros problemas para la docencia que lógicamente hay quie resolver.