No se exagera si se afirma que la estabilidad y crecimiento de la economía se sustentan en las políticas monetarias asumidas por el Banco Central y la Junta Monetaria que garantizan también el control de inflación través de oportunas inyecciones de liquidez y reducciones de la tasa de Política Monetaria (TPM).
El banco emisor asumió en 2023 un programa encaminado a alcanzar la meta de inflación de 4%+-1%, con la reducción de la TPM, de 8.50% hasta 7.0%, en tanto que la Junta Monetaria aprobó en 2023 un programa de expansión de liquidez, equivalente al 3% del Producto Interno Bruto, equivalente a 205 mil millones de pesos.
En 2024, las autoridades monetarias autorizaron una inyección a la economía de RD$175,000 MM, lo que permitió que el PIB cerrara en ese año en un 5.0%, en cumplimiento de metas de inflación y estabilidad cambiaria, con una reducción de 275 puntos básicos en la tasa de interés de referencia.
La incertidumbre ha retornado al sector externo de la economía por la prolongación de la guerra Rusia-Ucrania, el conflicto en la Franja de Gaza y la guerra del arancel iniciada por Donald Trump, lo que obliga al Banco Central a una mayor cautela en el monitoreo del índice de inflación y de la estabilidad en el tipo de cambio.
El sector financiero exhibe gran fortaleza en términos de liquidez, rentabilidad y expansión del crédito porque supo regentear los niveles de liquidez facilitados por el banco emisor desde la crisis sanitaria derivada de la pandemia del COVID 19, al punto que a marzo de este año sus activos netos ascendieron a RD$3.9 billones, para un crecimiento interanual de 10.5%.
En enero y febrero de este año, la economía sólo creció en 1.7% en término interanual, lo que se atribuye a incertidumbre por la guerra de aranceles, pero en marzo, tuvo una expansión de 4.5%, lo que permitió que el trimestre cerrara con 2,7%, en perspectivas de alcanzar a finales de 2025, un nivel superior al 4.0%.
Es evidente que la expansión del crédito bancario, de un 17.5% interanual ha incidido en el crecimiento de la como construcción, manufactura, agropecuaria y exportación, aunque también la economía recibe el oxígeno de más de 43 mil millones de dólares que ingresan por turismo, remesas, inversiones, exportaciones y zonas francas.
El otro lado de la moneda, lo representa el endeudamiento público que al 31 de marzo se ubicó en US$59,600.8 MM (47.1% del PIB), déficit fiscal (3.0%) y baja inversión de capital (2.2%), sectores que el Gobierno debe gestionar con mayor cuidado, para evitar daños irreversibles a la economía.
Por los resultados de estabilidad macroeconómica que prevalecen desde 1996, con excepción del periodo 2002-2004, puede decirse que los presidentes Leonel Fernández, Danilo Medina y Luis Abinader acertaron al nombrar y confirmar a Héctor Valdez Albizu en el Banco Central.