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Apuestas cruciales para Abinader

Apuestas cruciales para Abinader

Oscar López Reyes

(Y II)

En el pescuezo de la República se han entrecruzado, singularmente en el último medio siglo, decenas de estorbos económicos y sociales, que son un fastidio para la sociedad y un aprieto para los gobiernos. Como prioridad sugerimos, a ojo resolutivo, apenas cinco (espinas) de ellas:

1.- Controlar la inflación importada, por el descarrilamiento de la cadena de suministro de productos de alto consumo y evitar, a toda costa, el desabastecimiento alimenticio.

2.- Reducir drásticamente los apagones y enfriar la tarifa eléctrica.

3.- Intensificar los ingentes esfuerzos hechos para menguar la delincuencia y la inseguridad pública.

4.- Acordonar fijamente la línea limítrofe, para frenar de golpe la entrada ilegal de haitianos, y crear la Mancomunidad Cívico-Patriótica Fronteriza: gobernadores, senadores y líderes comunitarios de las provincias fronterizas, Instituto Duartiano como de Pro-Nación, para la vigilancia, la proposición y la denuncia.

5.- Reforzar los servicios de salud, con más médicos.

Abinader puede amortiguar o mediatizar estos cinco puntos, y remontarse en otros de atracción popular. En ese carril, tendrá una función de pilotaje más holgada en los últimos dos años, que son una especie de ruta crítica, y podrá evaluar más objetivamente el aseguramiento de su pre-proyecto de continuidad.

Para despejar aún más el sendero político-gubernamental como un acorazado, tres polos se proponen como un imperativo: 1) Proseguir firme en no tolerar inconductas de funcionarios, y mantenerlos a raya para prevenir descuidos en su operatividad y gestión financiera; 2) Buscar mecanismos de satisfacción de militantes del PRM que captan adeptos y defienden el voto en las urnas, y desmoronar la imagen de un gobierno empresarial, y 3) Asegurar, desde ahora, una gran alianza con pequeños partidos, para el 50% más uno.

Estemos claros -eso sí-, que ni con la varita de poder mágico de Harry Potter, absolutamente ningún presidente -cual que sea su color partidario- corregirá o regenerará, de la noche a la mañana, los copiosos y añejos déficits, privaciones, penurias, vicios y plagas que yugulan a la Nación, y que se han prolongado y agravado en el bulevar transitivo de las épocas.

Si por los constreñimientos de una batida pandémica inesperada, Abinader ha cumplir parcialmente las promesas electorales, contrabalancea con un valor agregado: su integridad, equilibrio, sensatez y diafanidad, que irradian en su alta valoración ciudadana: el 67% aprueba su gestión y el 57% le otorgaría su voto, según la encuesta RD Elige, patrocinada por el grupo RCC Media.

El aminoramiento de la colisión externa y los puntos de mejoras para los dos años restantes, y el remozamiento del tren administrativo, serían acicates para ponderar seriamente la oportunidad de un segundo período para Abinader, como -dirían los repostulacionistas a ciegas- Leonel Fernández y Danilo Medina.