Con los trabajos de restauración de varias calles se complica el tránsito y el estacionamiento de vehículos en la zona colonial.

El problema del espacio se agravó con la eliminación por razones de seguridad del edificio de estacionamiento que estaba en la calle José Reyes con Conde.

En ocasiones en horas del día hay hasta que confesarse para encontrar un hueco para aparcar en algunas de las calles. Pero el caos no se reduce a las dificultades comprensibles. Lo agrava la ausencia de autoridad para que se respeten las normas.

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Ante la indiferencia del Ayuntamiento del Distrito Nacional, Politur, Intrant o la Digesett muchos tramos de calles son privatizados por comercios o parqueadores.

Pero el tráfico suele atascarse por la imprudencia de conductores que estacionan vehículos en espacios prohibidos, en violación de la ley. Los agentes de Politur ni de la Digesett ni siquiera se dan por aludidos.

Con una vueltecita sorpresa el caos, aunque sea de dominio público, se puede verificar. Si el Intrant es que tiene que ver con las regulaciones del tráfico, en la zona colonial no cumple con sus obligaciones. En el sector lo que prima es la ausencia de autoridad.