El gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, ha ofrecido los datos del comportamiento de la economía, y lo hace con consistencia. Venimos de una fuerte contracción del PIB que cayó a las profundidades de un -29% y gracias a la ejecución de una política generalizada de estímulos monetarios (215 mil millones de pesos) que ha contribuido a una reactivación económica, acumulando una variación de 13.4% para los primeros cinco meses del año.
Obviamente la tasa de desempleo se reduce aceleradamente en medio de la notable expansión interanual del IMAE (Indicador Mensual de Actividad Económica).
Todo ello es un esfuerzo combinado por el interés del Gobierno y sector privado, y aunque se perciba de este último desprovisto de escrúpulos para el lucro, sin embargo, no se ha rendido ante el reto (IED, Zonas Francas Industriales, Agropecuario, Comercio, entre otros.)
Pero al área turística pienso que habrá que reconocerle su optimismo, han luchado por restaurar la confianza del estratégico sector con iniciativas hacia la mitigación de la epidemia en los hoteles con medidas de higiene, seguro médico, distribución del espacio físico y una efectiva campaña publicitaria, que ha contribuido a la visita de alrededor de 400 mil no residentes para los meses de mayo y junio/21; las reservaciones para julio superan el 37% (agencias internacionales que han vendido hasta un 50% de su capacidad), lugares como Punta Cana, Cap Cana, Bávaro, Samaná, han incrementado la recepción de turistas.
El rostro unificado de este esfuerzo hay que encontrarlo en la representación del presidente Abinader, el ministro de Turismo, el Banco Central y el Banco de Reservas por el lado oficial, y el sector privado. Ahora bien, al examinar las condiciones en las que se ha forjado esta firme recuperación, ya hemos hecho ver el vigor de las políticas del Banco Central como lo destaca el Directorio Ejecutivo del FMI.
Por: Manuel Fermín
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