El presidente Luis Abinader derramó anoche perfume de optimismo sobre la nación al presentar un voluminoso informe de realizaciones durante su primer año de gobierno, un extenso listado de obras a construir y un amplio pliego de reformas jurídicas y políticas que incluiría la modificación este mismo año de la Constitución de la República.
En un discurso a la nación desde las escalinatas del Palacio Nacional, el jefe de Estado resaltó logros de su gestión en la contención de la pandemia de la covid-19, provisión de vacunas suficientes para suministrar tres dosis a toda la población, ampliación de la cobertura de la seguridad social, relanzamiento y retorno al crecimiento de la economía.
El Presidente destacó que su gobierno ha iniciado la construcción de 434 obras de infraestructura que tendrían una inversión superior a los 70 mil millones de pesos, la mayoría referidas a soluciones viales, como un monorriel que recorrería la avenida 27 de Febrero hasta el aeropuerto de las Américas, además de la terminación para el próximo año de la presa de Monte Grande.
A juzgar por las grandes obras de infraestructura anunciadas, que incluyen un puerto, dos plantas de generación eléctrica y un parque industrial en Manzanillo, doce hoteles en Bahía de las Águilas, ampliación del Metro y tres vías de circunvalación, lo que ha prometido el mandatario es una gran transformación de la infraestructura nacional.
La convocatoria este mismo año de una reforma constitucional tendría el propósito de sellar la independencia del Ministerio Público y del sistema de justicia, según el presidente Abinader, al proclamar también que la lucha contra la corrupción y la separación de los poderes no puede depender de la voluntad de un Presidente.
El programa de reformas expuesto por el Presidente es tan vasto y significativo como su plan de construcciones, toda vez que, además de una modificación a la Carta Sustantiva, promovería reformas referidas a la transparencia e institucionalidad, sector eléctrico, agua, salud y seguridad social, educación, Código Laboral, transporte, sector hidrocarburo, digital y reforma fiscal.
El discurso presidencial desbordó los límites de una rendición de cuentas para convertirse en un programa de largo alcance que tendría el propósito de producir una transformación social, política y económica, por lo que ha hecho bien el presidente Abinader en procurar el concurso del liderazgo social y empresarial en tan ciclópea tarea.
Esa comparecencia del jefe de Estado puede definirse de trascendente, valiente y optimista, aunque el Presidente saldría muy bien parado si logra la mitad de todos sus planes y proyectos, aunque la sociedad aplaude su optimismo y desea que pueda cumplir tan elevados propósitos.