Editorial Opinión

Bolsones de pobreza

Bolsones de pobreza

El Banco Mundial y la Oficina Nacional de Estadística (ONE) han concluido un estudio sobre las características del crecimiento económico a nivel regional en el país y el aporte de esos territorios a la economía durante el periodo 2015-2019, cuyos resultados ayudan a focalizar bolsones de pobreza, especialmente en la región fronteriza.

Entre las regiones que menos aportan al Producto Interno Bruto (PIB) figuran El Valle, que comprende las provincias de Elías Pina, San Juan y Azua; Enriquillo, integrada por Pedernales, Barahona, Baoruco e Independencia, así como la región Cibao noroeste, con Montecristi, Dajabón, Santiago Rodríguez y Valverde.

Esas regiones dependen en mayor o menor medida del comercio, construcción y agropecuaria, con una renta percápita anual entre RD$288 mil a RD$365 mil, en contraste con otras que contribuyen en mayor proporción al PIB, como son la Ozama (Santo Domingo), con 1.7 %, Cibao norte, integrada por Dajabón, Espaillat, Montecristi, Puerto Plata, Santiago y Valverde, con 1.2 del PIB.

La región del Yuma (La Romana, La Altagracia y El Seibo), aporta un 0.6 % a la economía, en una zona donde el 23 % de sus actividades económicas se centra en los sectores hoteles, bares y restaurantes; construcción con un 11.7 % y comercio 9.7 %, cuyo PIB percápita al 2019 alcanzó RD$488,249.

En el Gran Santo Domingo predominan los sectores manufactura, actividades inmobiliarias y el comercio, además de ostentar el PIB más alto de las regiones durante los años 2018 y 2019, mientras que en el Cibao norte predomina el comercio, construcción y manufactura, con un percápita de RD$419,522.

En ese legajo de complicadas estadísticas sale a relucir que las provincias que conforman las regiones de El Valle y Enriquillo, la mayoría ubicada en la región fronteriza, son las que menos aportan al PIB, lo que resulta un contrasentido porque en realidad son las menos favorecidas en la redistribución del ingreso público, en proporción al PIB.

El informe de la ONE y el Banco Mundial que desnuda el atraso económico de las provincias fronterizas, adquiere mayor relevancia por la agravada crisis institucional, política, económica y de seguridad que padece Haití y el riesgo de que sea causa de un desborde migratorio mayor.

Lo que no se ha dicho en esa investigación y que posiblemente aflore en el próximo Censo Nacional de Población y Familia, es que como consecuencia del atasco económico que sufren las provincias del entorno fronterizo, se registra un notorio éxodo migratorio de dominicanos hacia otras comunidades a la par con el incremento en los asentamientos haitianos.

El Nacional

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