Editorial

Hora de dialogar

Hora de dialogar

El gobierno ha presentado un proyecto de modernización fiscal que procura recaudar 122, 486.6 mil millones de pesos anuales

Hay consenso sobre la necesidad de una reforma tributaria integral y justa que ayude a reducir la relación negativa entre ingreso y gasto y que permita al Estado aumentar las inversiones de capital para estimular crecimiento económico y desarrollo social.

El gobierno ha presentado un proyecto de modernización fiscal que procura recaudar 122, 486.6 mil millones de pesos anuales para lo cual se eliminan exenciones y exoneraciones, se amplía la base del Itebis y del Impuesto a la Propiedad Inmobiliaria, entre otros ajustes y más gravámenes.

El Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) ha solicitado “un diálogo amplio y constructivo” en torno a esa iniciativa oficial que considera lesiva para la sociedad y de compleja aplicación, cuyo contenido ha sido objetado también por la Asociación de Bares, Hoteles y Restaurantes (Asonahores).

Economistas estiman que el 81.9% de la carga fiscal consignada en esa propuesta de reforma seria aportada por asalariados, personas físicas y consumidores finales de la clase media, en tanto que el sector empresarial aportaría el 18.1%.

La discusión sobre el ensamblaje de reforma fiscal parece centrado en la eliminación o revisión de exenciones y exoneraciones a sectores empresariales como turismo, textil y zonas francas e industria del cine, aunque la mayor carga tributaria recae sobre empleados y consumidores.

Por esa y por otras razones, el diálogo propuesto por el Conep debería incluir a gremios profesionales, asociaciones de productores, consumidores y centrales sindicales, a los fines de poder recomponer una carga fiscal que se inclina para el lado de la clase media.

Debería sopesarse la advertencia de otros economistas de que esa reforma tributaria no incidiría en la reducción del déficit fiscal, que el gobierno estima en un 3% del PIB, porque lo recaudado estaría signado en un incremento del gasto, por lo que se mantendría el preocupante nivel de endeudamiento público.

El gobierno debería desistir de cualquier propósito de imponer un tipo de reforma fiscal basada en incremento de impuestos al salario, al consumo y a la propiedad, con saldo disparejo e injusto en los aportes de tributos y acarreo de la carga fiscal. Es hora de dialogar.

El Nacional

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