Sobre E=mc2: A Albert Einstein no le concedieron el premio Nóbel de Física por esta fórmula, que sostiene toda su teoría de la Relatividad, ya que el científico designado por la Academia Sueca de Ciencias para evaluarla sencillamente no la entendió, por lo que la minimizo para justificarse. Esta fórmula es tan visionaria, que destruyó el edificio de la Física clásica y construyó uno nuevo.
Hasta la fecha, E=mc2 está atrapada en una paradoja, en el sentido de que casi todos la conocen pero casi nadie la entiende. Intentaré explicar sus alcances: uno de los descubrimientos de Einstein fue entender que materia y energía son formas distintas de la misma cosa. Esto es, la materia es energía contenida y la energía es materia liberada, y ahí está la bomba atómica para comprobarlo. E=mc2 es tan revolucionaria, que volvió obsoleta la visión newtoniana de la Física, determinando que espacio y tiempo deben ser vistos como dos expresiones de la misma cosa, razón por la cual debe hablarse del espacio-tiempo, unidos por un guión.
E=mc2 demuestra que al acelerar un objeto, éste no sólo se mueve más rápido, sino que se vuelve más pesado. La fórmula también explica que el tiempo depende de la velocidad con que uno se mueva, por lo que el tiempo no es absoluto, sino relativo. De acuerdo con la fórmula, si viajamos a la estrella Alfa Centauro a una velocidad cercana a la de la luz, al regresar habríamos invertido 5 años de viaje, pero en la Tierra ya habrían transcurrido 10 años. E=mc2 estipula que el espacio se curva por la presencia de la gravedad, por lo tanto, E=mc2 es una forma más precisa de concebir las leyes de la gravitación universal.
E=mc2 corroboró que la velocidad de la luz es una constante del universo. Descubrió que nada que tenga un poquito de masa puede desplazarse más rápido que la luz y la prueba está en la luz misma, que como tiene masa cero, sí puede viajar a 300 mil km por segundo. Publicada en el cuarto de una serie de documentos, E=mc2 apareció en 1905.
Cuando Einstein cumplió 60 años, se le hizo un bizcocho de 20 metros, en forma de su fórmula. El edificio Taipei 101, de la capital de Taiwán, exhibió E=mc2 a lo largo de una de sus caras, desde el piso 20 al 80. En el 2004, 5 mil personas se agruparon formando E=mc2, a fin de ganarse un espacio en el libro de récords Guinnes. Al cumplirse 100 años de creada la fórmula, en el 2005, un avezado estudiante de Física, de la Universidad de Yale, escribió la fórmula 3,153,600,000 veces, que es la cantidad de segundos en un siglo. Comenzó 12 años antes de cumplirse el centenario de E=mc2, porque calculó que terminaría justo el día del aniversario.
Todavía es un desafío para los científicos descubrir el potencial de E=mc2, la ecuación más importante y reveladora de todos los tiempos.
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