Aunque el Gobierno ha descartado que se contemple reajuste de la tarifa eléctrica a partir del año entrante, el alza del precio del gas natural constituye una amenaza para la economía.
Por ahora representa uno de los signos más ominosos de la estabilidad lograda por el país tras la pandemia sanitaria. Las perspectivas se tornan más brumosas a medida que se disparan las tensiones sobre las maniobras de Rusia en su guerra contra Ucrania.
Occidente, que sufre las restricciones del gas ruso, no descarta que el presidente Vladimir Putin utilice armas nucleares antes que salir derrotado de su aventura bélica.
Las autoridades, aunque todavía no hayan contemplado alza de la tarifa eléctrica, como se mal interpretó, están advertidas sobre las contingencias a las que el ministro Antonio Almonte, de Energía y Minas, que tanto los precios del gas como del petróleo representan para el país