La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) afirmó que la cárcel de La Victoria se ha convertido desde el Estado en un “acto de crueldad” con más de 8 mil seres humanos en un espacio habilitado para mil 200, lo que dificulta su reinserción a la sociedad.
El vicepresidente ejecutivo de Finjus, Servio Tulio Castaños Guzmán, cree que los que hay con las cárceles es una bipolaridad.
El jurista entiende que hasta que no se elimine ese viejo modelo, no se acabará con el desorden que impera no solo en La Victoria, sino en los demás centros penitenciarios de ese régimen.
Sostiene que aunque la Procuraduría General de la República es quien administra los centros penitenciarios del viejo modelo, ella no es quien tiene el control.
“Yo lo que veo es que esta masificación, este desorden en ese viejo modelo que sale de la supervisión de los agentes penitenciarios especializado en el tratamiento de personas recluidas, ese desorden está bajo la vigilancia de policías y militares”, consideró.
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“Yo veo es que la única solución que puede haber es eliminar ese viejo modelo penitenciario que es el que propicia esos desordenes en esas cárceles. Hasta que no desaparezcan las cárceles seguirá el caos”, aseguró.
Afirmó que es difícil implementar el orden en los recintos del viejo modelo penitenciario.
Caos de La Victoria.
Luego de la trifulca del pasado mes en la cárcel de La Victoria, que dejó 2 muertos y varios heridos, cientos de militares intervinieron el centro penitenciario y se encontraron con que allí operaba un centro de retransmisión de señal de internet que suministraba wifi a todos los privados de libertad de la Penitenciaría Nacional de La Victoria e incluso a los residentes de la comunidad.
El desmantelamiento de los equipos se produjo durante la requisa llevada a cabo el lunes en el recinto por soldados del Ministerio de Defensa.
Esto en una intervención militar solicitada al Ministerio de Defensa por la magistrada Miriam Germán Brito, procuradora general de la República. La misma fue dirigida por el general de brigada del Ejército, Ángel Alfredo Camacho Ubiera.
Detallaron que el servicio de internet comercializado, vía wifi, en forma ilegal por privados de libertad dentro y fuera de La Victoria era incluso alimentado por una línea de fibra óptica extendida por sus propios medios y tomado desde un punto ubicado en Sabana Perdida.
Además, indicaron que se logró incautar 508 celulares, 107 cargadores, 96 auriculares y una laptop. Asimismo, dos tabletas, nueve reproductores de DVD, 35 playstation, 10 controles de distintos aparatos, 8 inversores y 173 bocinas.
La operación la dirigieron unidades militares de distintos cuerpos armados del Ministerio de Defensa, así como la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD). Esto permitió ocupar 312 objetos cortopunzantes tanto de origen industrial como de fabricación artesanal.
Las autoridades ocuparon 496.003 cigarrillos de una marca conocida (los cuales, además, las introducen al país de contrabando por la frontera terrestre).
De igual modo, se ocuparon dos uniformes de policía, una chamarra militar, 17 relojes, un teléfono fijo, 40 abejones para recortar y una calculadora.
También, 720 abanicos que reinstalarán atendiendo a una necesidad climática y 514 porciones de un vegetal verde, que se presume es marihuana, y 6 porciones de un polvo blanco, presumiblemente cocaína, con un peso aproximado de 234 gramos.
