Si las faltas por las que el Consejo del Poder Judicial destituyó a tres jueces fueron solo disciplinarias no tiene más que aceptarse la sanción contra ellos.
Pero resulta que ese no parece ser el caso al menos en cuanto a dos que habrían pactado con personas vinculadas a un proceso por narcotráfico.
La resolución establece que Manuel del Socorro Pérez García y Saulo Ysabel Díaz, de la Cámara Penal de la Corte de Apelación de Santo Domingo, fueron destituidos por mal comportamiento al negociar con representantes de los imputados por narco y lavado Winston y Nelson Rizik.
Pérez García, según la decisión, sostuvo reunión con un emisario de los procesados para convenir el resultado del juicio en el que se habría acordado la entrega de una suma de dinero.
De Díaz se señala que convino emitir un voto disidente en favor de la libertad de los imputados “acción por la que se aprovechó de determinadas partidas económicas”.
La acusación, que tanto afecta la imagen de los magistrados, va mucho más allá de simples faltas disciplinarias. Es necesario profundizar más las investigaciones y actuar conforme a la gravedad de las violaciones en que habrían incurrido los magistrados.