La carretera Sánchez, que conecta San Cristóbal con Santo Domingo, es una de las rutas más transitadas del país y lamentablemente se ha convertido en una de las más peligrosas. La vía, de 24 kilómetros y cuatro carriles (dos en cada dirección), registra un alto índice de accidentes de tránsito mortales, muchos de ellos involucrando autobuses del transporte público, motocicletas y vehículos pesados, como camiones y patanas.

A pesar de ser una ruta estratégica para el transporte de personas y mercancías, la falta de control, regulación y mantenimiento adecuado la mantiene en condiciones de alto riesgo para los usuarios.

Una problemática que lleva décadas sin resolverse

La inseguridad en esta carretera no es un problema reciente. Durante años, se han denunciado múltiples factores que contribuyen a los accidentes:

Falta de vigilancia policial: La presencia de agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT) es limitada, lo que permite que los conductores manejen de manera imprudente, sin consecuencias inmediatas.
Condiciones de la vía: En varios tramos, la carretera presenta deterioro en el pavimento, señalización insuficiente o dañada, y ausencia de iluminación adecuada, factores que aumentan el riesgo de accidentes, especialmente en horario nocturno.
Conductores imprudentes: Los choferes de autobuses suelen detenerse en cualquier lugar para recoger y dejar pasajeros, realizar maniobras temerarias y competir por usuarios. Estas prácticas representan un peligro constante para otros vehículos y peatones.
Falta de infraestructura adecuada: La vía carece de áreas designadas para el cruce seguro de peatones, así como de carriles específicos para motocicletas, lo que provoca una peligrosa mezcla de tráfico pesado, ligero y peatonal.

Estadísticas alarmantes

De acuerdo con datos preliminares recopilados por organismos de seguridad vial, la carretera Sánchez registra un promedio anual de más de 50 accidentes graves, con un saldo de al menos 30 muertos y cientos de heridos. Los vehículos pesados y las motocicletas protagonizan el 65 % de los accidentes, mientras que los choques entre autobuses y automóviles representan un 25 %.

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Un estudio realizado por el Observatorio Nacional de Seguridad Vial en 2022 identificó a la carretera Sánchez como una de las 10 vías más peligrosas del país. Se estimó que el 40 % de los accidentes ocurren en los tramos de Quita Sueño y Doña Ana, donde el tráfico es más denso y la regulación inexistente.

Accidentes recientes que resaltan la gravedad

El pasado 26 de octubre, un trágico accidente en el sector Doña Ana dejó 10 personas heridas. El incidente ocurrió cuando una guagua de la ruta Vicente Noble-Tamayo chocó contra una camioneta en una intersección mal señalizada, provocando que un camión de carga pasara por encima de la camioneta y terminara volcado. La falta de semáforos y señalización en esta intersección fue señalada como una de las principales causas del siniestro.

Otro accidente de gran magnitud ocurrió el 29 de noviembre de 2023, en Quita Sueño, Bajos de Haina. Una patana chocó contra un autobús de pasajeros, dejando seis muertos y decenas de heridos.

La colisión, que terminó con la patana volcada en unos matorrales, generó un caos vehicular que requirió la intervención de varias unidades del Cuerpo de Bomberos y personal de emergencia. Este caso puso en evidencia nuevamente la falta de medidas preventivas en la vía.

Comparación de la Carretera Sánchez con otras vías

A diferencia de la carretera Sánchez, otras vías principales del país cuentan con mayor regulación y control. La autopista 6 de Noviembre, que conecta Santo Domingo con el sur profundo, y la autopista Juan Pablo Segundo, que conduce a Samaná, están mejor equipadas con radares de velocidad, reductores, y una presencia constante de agentes de tránsito. Estas medidas han contribuido a reducir los accidentes en esas rutas.

La motocicleta, otro actor en el caos vial

El uso masivo de motocicletas en la carretera Sánchez representa otro desafío importante. En el tramo de Quita Sueño, donde convergen numerosos accesos, las motocicletas son protagonistas frecuentes de accidentes. Según datos de 2023, el 45 % de los siniestros en esta área involucran motocicletas, principalmente debido a maniobras imprudentes, exceso de velocidad y la falta de uso de cascos protectores.

Propuestas urgentes para mejorar la seguridad

Las autoridades están llamadas a actuar de manera inmediata para reducir la siniestralidad en esta vía. Entre las medidas que podrían implementarse están:

Aumento de la presencia de agentes de tránsito: La DIGESETT debe reforzar la vigilancia y establecer controles de velocidad y puntos de fiscalización en los tramos más conflictivos.
Mejora en la infraestructura: Es crucial reparar el pavimento, instalar señalización adecuada, construir pasos peatonales y habilitar carriles exclusivos para motocicletas.
Regulación del transporte público: Las paradas deben ser designadas y supervisadas para evitar que los autobuses se detengan en cualquier lugar. Además, se deben imponer sanciones a los conductores que realicen maniobras peligrosas.
Campañas de concienciación: Es fundamental educar a conductores y peatones sobre las normas de tránsito, enfatizando la importancia de respetar las señales y evitar conductas riesgosas.

Sin medidas inmediatas, la carretera Sánchez continuará siendo un escenario de tragedias. Es momento de que las autoridades prioricen la seguridad de esta importante vía, en beneficio de los miles de usuarios que transitan por ella diariamente.