Múltiples son los casos que urgen acelerar el proceso de reforma de la Policía, pero basta con citar la muerte de un jovencito tras ser detenido por una patrulla del cuerpo en una redada en el barrio Enriquillo, Herrera, y la fiscalización de una barbería en El Valiente, Boca Chica, porque supuestamente operaba después de las 12:00 de la noche.

La madre de John Khor Reyes, de 22 años, dijo que en diferentes cuarteles negaron que su hijo hubiera sido ingresado detenido, cuando en realidad lo que estaba era muerto en la morgue del hospital de Engombe.

En el centro se confirmó que el joven había sido llevado muerto y en silla de ruedas horas después de ser apresado por la patrulla.

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De la muerte se acusó al sargento Angel Luis Buten Almonte. En el caso de la barbería de El Valiente, la Policía dijo que la intervino porque estaba abierta después de las 12 de la noche.

Aunque la ley no restringe el horario, la Policía expresó en un informe que en el establecimiento se vendía alcohol. La muerte tras la detención del joven y la fiscalización de la barbería sugieren una evaluación más exhaustiva de los policías que patrullan en las calles.