Lejos de propuestas y debates de ideas los partidos que concurrirán a las elecciones del domingo se han decantado por los golpes de efecto a través de alianzas.
Tras el bloque Rescate RD, conformado por el PLD, Fuerza del Pueblo y el PRD, el oficialismo respondió, en el último tramo del proceso, con la alianza RD Avanza, integrada por 23 organizaciones políticas.
Pese a la estrategia del PRM y de la oposición, la campaña electoral no ha dejado de ser insípida, a tal punto que se proyecta una alta abstención.
Los indicadores son de que las votaciones las decidirán los militantes de los partidos dado la ausencia de un discurso que motive a concurrir a las urnas a los no identificados con alguna fuerza.
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Al menos en el Distrito Nacional el lado positivo de la campaña ha sido que la ciudad no ha sido embadurnada, a diferencia de otros tiempos, de propaganda electoral.
Al respecto ha habido los más variados comentarios. Los dos bloques han llegado al cierre de la jornada dándose ganadores, pero no sin dejar de generar inquietud las denuncias sobre supuestas irregularidades y los ataques a la JCE.
Ante las denuncias, fundadas o no, no es ocioso el temor de incidentes durante o después de las votaciones. Los integrantes de los bloques no parecen preparados para aceptar otros resultados que no sean los que los den como ganadores. El ambiente es para preocuparse con todo y la buena labor y el masivo apoyo a la JCE en la organización del proceso.
