Los pingüinos de Madagascar
No fue difícil prever que los ‘Penguins of Madagascar’, después de su salto a la televisión, aterrizarían en cualquier momento en el cine. La pregunta ahora es si podrán emular el éxito obtenido por la franquicia de la cual proceden.
Ahora bien, de cualquier modo, resulta indudablemente curioso cómo los estudios DreamWorks han sacado adelante unos personajes, bastante carismáticos eso sí, que en su primera aparición en la saga infantil “Madagascar” en 2005 no tenían particular relevancia.
De hecho, dentro de la serie ‘Madagascar’, y al menos para quien suscribe, el divertido rey Julien y sus compinches tenían mucho mayor potencial de saltar al cine como personajes propios e independientes.
Sin embargo, no fue así y en cambio los picaros y traviesos pingüinos Skipper, Kowalski, Rico y Private han sido los beneficiados. Solo el tiempo dirá que tan lejos llegarán en su recorrido por separado en la pantalla grande.
Por lo pronto, en términos económicos a ‘Los Pinguinos de Madagascar’ no les ido nada mal. La película es una colección de aventuras y travesuras sin parar que los pequeños innegablemente disfrutarán sin reparos.
La historia, con un guiño a lo ‘MissionImpossible’ y en la que nuestros héroes tendrán que enfrentarse a un terrible pulpo y vencer todo tipo de obstáculos para por enésima vez salvar al mundo, es otro cantar.
Aquí la energía brota a borbotones y el frenesí no se detiene tal vez como una forma de cubrir los agujeros del guion, pero esto es entretenimiento ligero, y sin ínfulas de ningún tipo.
Por lo tanto, el ritmo del film es trepidante, y su humor inofensivo y divertido para los niños, pero agotador para los adultos. Es decir, este es el tipo de diversión absurda que a los niños les encanta y a los adultos sólo les queda dibujar una sonrisa con resignación.
