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Comercio electoral

Comercio electoral

Manuel Fermín

Años de latencia, dormidos para luego con espíritu lazaroso levantarse y echar a andar. Las herrumbrosas herramientas utilizadas en cada proceso electoral para abrir las puertas del paraíso es el enjambre de siglas que se hacen llamar partidos políticos emergentes, al mejor estilo de la vieja política dominicana.

No hay contribuciones programáticas, solo el lucro para sus directivos porque alquilan u ofrecen sus siglas, sus colores y su casilla en la boleta electoral de los partidos mayores. Durante la ausencia de campaña siempre están prestos para recibir el alpiste que le entrega la J C E que actúa con total irresponsabilidad otorgando legalidad inmerecida.

Estos partidos políticos se hacen llamar los encargados de mantener “viva” la democracia, sin embargo, no participan de ningún debate ni lo sugieren y solo con la honrosa excepción de la Fuerza Nacional Progresista y sus dirigentes, siempre activos y propositivos y con una extensa labor patriótica que desde hace años han emprendido, en los demás la realidad es que no han podido generar un consenso social y político favorable a la democracia, a la defensa de la nación, por el contrario, sólo contribuyen a deslegitimarse y a sobrevivir. Recientemente el periódico El Nacional nos trajo como noticia que siete (7) de estos “partidos políticos” negocian acuerdos con el PRM, y nada que beneficie al pueblo se busca con esa transacción que no sean los perjuicios de la vieja forma de hacer política para el lucro personal de quien controla el “negocio”. Claro, siempre el negocio se complementa con la manoseada “propuesta”: “para producir los cambios que amerita el país”.


Nada positivo para fortalecer la democracia, pero en cambio sí para sacar provecho del proceso reeleccionista del imperante de turno. Su estrategia exclusiva es conseguir del oro que se derrocha y deslegitimar el propósito que, paradójicamente, se anuncia de “realizar los cambios que amerita la nación”, una verdadera burla, y es el denominador común de ese tipo de oposición.