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Como cada domingo

Como cada domingo

Arte público y ciudad.-

La ciudad debe ser amada en la medida en que es el gran hogar de cada uno de sus ciudadanos. Cada quien trata de vivir un espacio hogareño agradable, práctico y proporcionador de buenas experiencias de vida. Así mismo, debemos vivir la ciudad. Se trata de lo mismo.

No ensuciar exprofeso nuestra casa, equivale a tener la misma actitud con la ciudad, verdad que nos repiten de por siempre todos los que han sido síndicos y todos los que son sus alcaldes. En esa misma medida, embellecer nuestra casa, presupone el deseo y la necesidad de sentir bella y sensible la ciudad, en cada uno de sus detalles, sobre todo en el arte que se expone en ella para el disfrute de todos.

Y uno de los aspectos que contribuyen a que la experiencia de vida citadina, sea trascendente, es el arte público que se coloca en sus calles, plazas y espacios: esculturas, murales, expresiones plásticas en lugares públicos.

Poca gente se da cuenta de que la ciudad es una gran galería de arte expuesto ante nuestros sentidos y muchas veces ni nos damos cuenta.

Hay pinturas, estatuas y expresiones plásticas dedicadas a exaltar personalidades, hechos históricos, figuras de la historia, de la ciencia, de la fundación de la Patria. Hay estallamientos de acceso público, como el museo de Cera Juan Pablo Duarte, en el Instituto Duartiano, que implican el disfrute de un arte tan poco usual como es el de las figuras de cera; tenemos monumentos púbicos en el Obelisco del Malecón.

Mucha gente no se ha dado cuenta de que en el parque Independencia, entre su portal de entrada y la tumba eterna de los Padres de la Patria, hay una colección de 40 figuras de las que contribuyeron a la fundación de la Patria. Esos bustos incluyen siete mujeres que aportaron su trabajo y su sangre para que hoy nos podamos llamar “dominicanos”.

Por la ciudad es mucho lo que se puede tener como arte público, pero hace falta que las autoridades municipales y ministerios de Cultura, Educación y Turismo, se abran a esta corriente, y ofrezcan respaldo al auspicio de esta forma colectiva de disfrute estético, que se hace pertenencia colectiva.