Los dominicanos y dominicanas tenemos sobrados motivos para el orgullo por el talento criollo que emana en los espacios más insospechados.

Uno de esos talentos es el de Pablo García, un artista dominicano residente en La Florida, en donde ha hecho carrera como compositor, productor musical, extraordinario cantante, quien acaba de levantar el orgullo de quienes asistieron a las funciones del musical Mariposas de acero (dirección general de Waddy Jáquez) en el Teatro Nacional.

Pablo García quiso aprovechar su estancia en el país, para ofrecer un concierto intimista, en el bar del Teatro Nacional, el pasado jueves 13, y que permitió a unas 200 personas que asistieron, conocer y disfrutar de un despliegue de recursos musicales e interpretativos, dignos de ser recordados por siempre.

Ya antes, había compuesto y producido, la canción épica coral inspiracional Me levantaré, en la cual convocó a 30 talentos de la canción latinoamericana, para estimular el ánimo de nuestras comunidades nacionales ante la situación de luto y aislamiento de la covid-19, tras pasar por la circunstancia de la muerte de su padre.

La balada pop de tonos épicos y múltiple interpretación es una de las mejores canciones de origen nacional de todos los tiempos en la cual, desde sus talentos musicales, es distintiva: Arturo Sandoval (trompeta), Luisito Quintero (percusión); Rubén Rodríguez (bajo), Guy Frómeta (batería); Rafa Payán (guitarras), Chris Hierro (teclados); Ricky Ramos (guitarra solo), Eli Menezes (guitarra); Ruddy Alcántara (bajo), Fellé Vega (percusión); Will Wilde (armónica) House ofstrings (cuerdas) y Rafael Ramírez (guitarra).

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Me levantaré está disponible en Youtube para quienes deseen escucharlo y constatar su calidad como obra interpretativamente colectiva.

En Youtube también está una interpretación acapella de la balada Ángel (originalmente popularizada por Jon Secada), que sencillamente es extraordinaria por la calidad de la voz, su profundidad, el dominio de sus tonalidades y el control respiratorio evidenciado en tiempos prácticamente imposibles de alcanzar fácilmente si no se cuenta con un entrenamiento vocal extremadamente trabajado.