Frase de cortesía que da título a una de las obras de Shakespeare. Valiosas y notables, todas influyeron en el comportamiento humano. Frescas y vigentes como cualquier propuesta literaria de reciente factura.
Bien está lo que bien acaba o Como gustes no son muy conocidas, como Hamlet, Otelo o Romeo y Julieta. No por ello dejan de tener la fuerza y vitalidad de las más famosas.
Como gustes es una de las mas aclamadas en Europa, sobre todo en el Reino Unido. Se ambienta en el Ducado de Brabante, donde el duque Frederick ha desterrado a su hermano mayor, el Duque Senior, a los Bosques de Arden. La hija del Duque Senior, Rosalinda, se queda en la corte de su tío Frederick, pero es también desterrada cuando este se entera de que ella simpatiza con su padre exiliado.
Rosalinda, uno de los personajes mejor logrado por el Bardo, huye a los bosques disfrazada de hombre, bajo el nombre de Ganímedes, acompañada por su prima Celia y el bufón Touchstone.
La obra gira en torno a los enredos amorosos y las transformaciones de identidad que suceden en ese entorno natural y festivo de los bosques. Las grandes urbes adoptan esta dimensión en su afán de crecer.
Bien está lo que bien acabase se desarrolla en lugares exóticos como París y Florencia.
El amor y el poder, temas recurrentes en la obra de Shakespeare, dominan esta magnífica entrega. Sobre los dos personajes principales, Elena y Beltrán vamos a dejar que ustedes se asomen a la obra. Su afán de procurar grandes metas los envuelve en una trama que ahora nos resultaría familiar.
Es una historia de amor, astucia y obstinación que va más allá del romance y se convierte en un problema psicológico y una crítica social. Material de mucha utilidad y provecho para los estudiosos del comportamiento humano.