Santo Domingo.- El estudio de lo que los científicos llaman energía oscura constituye uno de los retos más importantes para la ciencia, que trata de explicar el por qué ocurren muchas cosas en el mundo real.
Pero ¿qué es la energía oscura?. Es una fuerza negativa muy poderosa que actúa sobre el universo, en contraposición de una masa positiva que no tiene la misma incidencia en el cosmos. A ambas fuerzas muchos la confunden con un Dios o un Diablo.
La energía oscura constituye más del 70% de la fuerza del universo, lo otro corresponde a otros elementos y a la positiva.
Por ejemplo, los átomos solo constituyen el 5% de todo lo existente.
Pero ¿qué tiene qué ver esta fuerza con Dios y el Diablo?. Pues, a eso vamos. Ni el Dios ni el Diablo en los que mucha gente cree existen.
La energía oscura, al ser mayoritaria en el universo, influye en todo cuanto existe. Por ello, a las personas buenas es que por lo regular les ocurren cosas malas.
Pero ¿por qué?. Sencillo. Las personas buenas están amparadas por la energía positiva, que es mínima en el universo y por ello, los bondadosos son más vulnerables al impacto energético.
Por el contrario, los malos, al estar irradiados constantemente por la energía negativa, son más resistentes a las cosas malas que impulsa la energía oscura. Pero ello, no todo el mundo te lo podrá explicar.
Esas fuerzas influyen prácticamente en todo el quehacer de los seres vivos, y determinan, incluso, el destino de muchos.
Cuando alguien sale a la calle y todo le sale mal, suele decir “salí con el pie izquierdo”, ignorando que fue tocado por la fuerza negativa desde que salió de su vivienda.
Muchos atribuyen lo malo a un ser sobrenatural al cual llaman Diablo, mientras que las cosas buenas “son fruto de Dios”.
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Pero ¿quién creó a Dios y al Diablo?. La respuesta es: el hombre con su pensamiento e incapacidad para explicar por qué ocurren los fenómenos naturales.
En la antigüedad, cuando llovía, ello era fruto de un ser sobrenatural bueno que “enviaba lluvia como una bendición”. Por el contrario, si tronaba o temblaba la tierra, entonces se trataba de un ser malvado (Diablo) que había “movido todo para asustar a los hombres”.
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