Al rehusar valorar las alianzas de la oposición para competir en el venidero torneo electoral, el presidente Luis Abinader hizo dos señalamientos dignos de ponderarse por su impacto para el libre juego de las ideas y en la lucha contra la pobreza.
Que “la democracia siga su curso” fue el comentario de Abinader en torno a la alianza del PLD, Fuerza del Pueblo y el PRD para terciar en los venideros procesos.
La frase resume su criterio de que la unidad o un frente opositor es un recurso legítimo en la lucha por el poder.
Si bien la respuesta es significativa, también lo es su afirmación de que ahora mismo está inmerso en la solución de los problemas de la gente tras la tormenta Franklin.
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Sería desconcertante que frente a los daños causados por el enómeno tener a un gobernante más interesado en la lucha partidaria que en resolver los problemas de los afectados.
